VALENCIA.- La Abogacía de la Generalitat Valenciana
pide seis años de cárcel y 10 de inhabilitación absoluta para la
exdirectora del Institut Valencià d'Art Modern (IVAM), Consuelo Ciscar, por el supuesto desvío de fondos del museo a la compra de réplicas del artista Gerardo Rueda que se pretendieron hacer pasar por auténticas.
Considera
a Ciscar coautora de los delitos continuados de malversación en
concurso medial con los de prevaricación y falsedad. Además, solicita
cinco años de prisión para el ex director financiero de la institución
cultural, Juan Carlos Lledó, --como coautor de los delitos de malversación, prevaricación y falsedad-- y la misma pena para José Luis Rueda, hijo y heredero del creador, a quien ve cooperador necesario de los delitos de malversación en concurso con el de falsedad.
Así
figura en el escrito de la Abogacía presentado al Juzgado de Instrucción número 21 de València, y en
el que también insta a que los tres acusados indemnicen, conjunta y
solidariamente, a las arcas públicas por importe de 4.176.863 euros, al
considerar que este el perjuicio económico por la compra de las piezas
falsas y la promoción "indebida" que se hizo.
La petición de la Abogacía, acusación particular en la causa, se une a las ya realizadas por la Fiscalía Anticorrupción
--que coincide en pedir para Ciscar seis años de cárcel y solicita
cinco años y medio para José Luis Rueda y lo mismo para Lledó-- y la
acusación popular, que ejerce Acción Cívica contra la Corrupción, que
eleva la petición: 12 años de cárcel para Ciscar, Lledó y Rueda.
La
representación de la Generalitat considera que en las diligencias
previas "se ha confirmado cómo el IVAM, a través de dos contratos mixtos
de donación y compra, adquirió, en 2004 y 2006, obras de arte no
originales, como si lo fueran, enriqueciendo indebidamente con fondos
públicos a José Luis Rueda Jiménez, heredero del supuesto autor de las
obras, Gerardo Rueda Salaberry".
"En
esencia: la Dirección del IVAM (Consuelo Ciscar), con la concomitancia
de la Subdirección de Gestión Económica, responsable del procedimiento
administrativo de adquisición (Juan Carlos Lledó) destinaron, a
sabiendas, caudales públicos a adquirir obras de arte que eran réplicas;
haciéndolas pasar por originales y produciendo así una desviación de
los fondos presupuestarios hacia el patrimonio de José Luis Rueda, quien
necesariamente prestó su contribución vital y axial para dar apariencia
de autenticidad a las obras y apropiarse así, indebidamente, de los
haberes de la Hacienda Pública Valenciana", sostiene.
Posteriormente,
continúa, "el IVAM, a través de sus máximos responsables, destinó
fondos públicos a promocionar, indebidamente, las esculturas falsamente
atribuidas a Gerardo Rueda y la colección particular de José Luis Rueda
con el objeto de promocionar, prestigiar y aumentar el valor de una
colección de arte ajena a la institución cuya titularidad ostentaba José
Luis Rueda Jiménez y al objeto de facilitar la venta de nuevas
esculturas no originales a terceros".
Para
la administración valenciana, "las exposiciones que el IVAM realizó de
la obra monumental falsamente atribuida a Gerardo Rueda sirvieron para
que su hijo José Luis promocionara y diera publicidad a su colección
particular de arte y además para posibilitar la venta de nuevas
esculturas monumentales a otras instituciones museísticas".
"Los
máximos responsables del IVAM pusieron los fondos públicos del museo y
su proyección exterior al servicio de los particulares intereses de José
Luis Rueda, de forma que este utilizó indebidamente toda la
infraestructura, medios y prestigio de un museo consolidado para
acrecentar indebidamente su patrimonio", asevera.
"Afaire José Luis Rueda"
En
su escrito de más de 40 páginas, la Abogacía recuerda algunos de los
datos que se han ido reuniendo durante la instrucción de la causa, como
la denuncia anónima que se registró en marzo del año 2015 en la que,
bajo el título 'Affaire José Luis Rueda', se aseguraba que "el más
importante, en términos económicos, de los pelotazos de la banda del
IVAM consistió en la adquisición de una serie de supuestas obras del
artista madrileño Gerardo Rueda, ya fallecido".
También
reproduce un email enviado por José Luis Rueda a una trabajadora del
IVAM que "revela de forma clara" que era el hijo adoptivo de Gerardo
Rueda quien "decidía materialmente el contenido, comisarios, transporte y
montaje de las exposiciones, llegando incluso a impartir instrucciones
concretas sobre los catálogos de las mismas".
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