El juzgado de Instrucción número 3 de Valencia ha reabierto hoy sus puertas a nuevasdeclaraciones del caso Terra Mítica. En esta ocasión los comparecientes han sido de testigos, los primeros que acudían al juzgado desde hace tres meses, ya que las últimas declaraciones tuvieron lugar el pasado 27 de noviembre.
Las declaraciones comenzaron a las 9 horas y proseguirán mañana. En total, el juez ha llamado a testificar a nueve personas –cinco hoy y otras cuatro mañana–, todas ellas relacionadas con las empresas encargadas de certificar el cumplimiento de las obras del parque temático.
Esas cinco personas relacionadas con las empresas que certificaban el cumplimiento de las obras del parque temático Terra Mítica, de Benidorm, declararon en calidad de testigos.El juzgado investiga al recinto de ocio, y a una veintena de empresas más, por un presunto fraude a la Hacienda Pública por valor de 1,4 millones de euros.
Las intervenciones comenzaron a las 9.30 horas y proseguirán mañana. El primero en comparecer ante el juez fue un empresario relacionado con Delta Agrícola, quien tan sólo estuvo alrededor de cinco minutos declarando. Tras él, compareció un representante de la empresa Arte Riego y otro de Boureau Veritas, entre otros testigos. La última de las intervenciones concluyó sobre las 13.30 horas.
Mañana declararán representantes de otras tres empresas relacionadas con las obras del parque temático, entre las que se encuentran Hormigones Martínez y Bovis, esta última es la firma que detentaba la gerencia de la construcción de Terra Mítica.
Entre los citados a declarar figura precisamente Francisco Esteban, director regional de Bovis. Hace aproximadamente un mes, el magistrado instructor del caso también aceptó la petición de la abogada del parque para que llame a declarar a John Edward Spanswik, presidente del Consejo de Administración de la misma empresa.
Entre los citados también se encuentran representantes de Idom, otra de las empresas encargadas de certificar la calidad de los trabajos desarrollados en el parque.
En estas nuevas declaraciones tampoco estará personado el PSPV, a pesar de que su participación como acusación –representada en los diputados Isabel Escudero y Andrés Perelló– está aceptada desde hace más de un mes. Sin embargo, la demora en presentar el aval para depositar la fianza de 150.000 euros y los recursos para rebajar esta cantidad les ha impedido llegar a tiempo.
La Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana presentó una denuncia contra una veintena de empresas, entre ellas, Terra Mítica Parque Temático de Benidorm S.A., y 25 personas físicas por un presunto fraude en los ejercicios 2000 y 2001 del Impuesto de Sociedades y del IVA, mediante la falsificación de facturas, por valor de 4.421.319 euros. La Fiscalía cree que existen indicios de la comisión, en principio, de seis delitos continuados de falsificación de documentos mercantiles y 12 delitos contra la Hacienda Pública.-(EFE y Europa Press)
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Vicente Conesa, empresario imputado en la trama de facturas falsas que implica a Terra Mítica, usó el logotipo del parque en facturas que giró por servicios a la Sociedad Parque Temático de Alicante (SPTA), empresa pública denunciada por fraude fiscal, malversación y falsificación. Además, Conesa, según un testigo, cobró a la SPTA a través de Bureau Veritas por certificar obras que le habían sido adjudicadas.
Cinco fueron los testigos que ayer comparecieron en el Juzgado de Instrucción número tres de Valencia. Lo hicieron para responder por el conocimiento de la trama de facturas falsas que implica a Terra Mítica y otras 19 empresas por valor de 4,4 millones de euros. Pero la fiscal y el abogado del Estado aprovecharon la situación para plantear algunas preguntas relacionadas con la Sociedad Parque Temático de Alicante (SPTA), también denunciada por Hacienda por fraude fiscal, falsificación y malversación, cuya causa se abrió en Alicante pero ha sido remitida a Valencia por su posible relación con el fraude que implica a Terra Mítica.
Uno de los elementos de conexión es el empresario Vicente Conesa. Varias de sus empresas realizaron trabajos para Terra Mítica, especialmente las obras de jardinería. Con una de ellas, C3 Ingeniería de la Construcción y del Medio ambiente facturó a Terra Mítica, participó de la UTE Terra Verd con el 15% (esta UTE aparece relacionada por la Agencia Tributaria en la denuncia a la SPTA) y además fue subcontratada por Bureau Veritas para realizar el control cualitativo y cuantitativo de las obras de SPTA. Es decir, Conesa, que no ejecutó obras para SPTA de manera directa pero sí fue adjudicatario a través de la UTE Terra Verd, cobró, además, por acreditar la calidad de las mismas.
El representante de Bureau Veritas que ayer respondió a las preguntas de las partes afirmó ante las dudas sembradas sobre la idoneidad de esa condición por la fiscal que "no era muy ortodoxo". Además, en las facturas que Conesa giró a Bureau Veritas por esa acreditación de la calidad de las obras, exhibidas ayer en la sala, incluía el logo de Terra Mítica.
Bureau Veritas cobró cantidades millonarias tanto a Terra Mítica como a la SPTA. Con el parque temático suscribió un contrato de coordinación en materia de Seguridad y Salud Laboral. Con la SPTA, por el control de la acreditación cuantitativa y cualitativa de las obras. Ayer, el representante legal dijo desconocer la literalidad de algunos de los contratos, y de hecho, inicialmente, no recordó cuál había firmado con C3.
También ayer declaró un representante de Delta Agrícola, quien despejó pocas incógnitas porque no estaba en la empresa cuando ocurrieron los hechos que se investigan (entre 2000 y 2001). Tras él, el responsable de Arte Riego. Afirmó que en efecto trabajó para el parque, que tendió tuberías para el riego por goteo, reconoció sus facturas a C3, reconoció a Conesa como responsable de la jardinería del parque, dijo que hubo muchos imprevistos, roturas por culpa de las obras y distintos precios en cosas aparentemente similares por las dificultades del terreno.
Dos representantes de Gestión y Control, Vicente Monsonís (ex presidente de la asociación de empresarios de la construcción de Castellón) y Vicente Ribes, también declararon ayer. Su empresa formaba parte de la UTE Terra Verd, con un 15%, pero afirmaron que nunca hicieron trabajo alguno, que no participaron de nada.
De EL PAÍS-CV
El testimonio del representante de Bureau Veritas, una de las firmas dedicadas al control de calidad de obras relacionadas con Terra Mitica, reforzó ayer la tesis de quienes sitúan al empresario Vicente Conesa en el centro de la trama que investiga el juzgado de instrucción número 3 de Valencia por un supuesto fraude fiscal de 4,4 millones de euros.
Eduardo Pineda, miembro del consejo de esa firma, reconoció ayer varias facturas con las que Bureau Veritas habría pagado a C3 Ingeniería de la Construcción y Medio Ambiente. Pineda, que admitió tener poderes para representar a la citada firma de control de calidad desde hace pocas fechas –por lo tanto, no conocía con exactitud lo firmado en los años 2000 y 2001– asumió como válidas esas facturas.
Lo sorprendente de este hecho no es tanto que una empresa encargada de supervisar las obras subcontrate a otra firma. En este caso, según fuentes próximas a la investigación, lo que no se entiende es cómo se contrató a una firma (C3) vinculada a Vicente Conesa, que tenía la responsabilidad de ejecutar las obras de jardinería del parque. Dicho coloquialmente, la empresa hermana de la encargada de realizar las obras era la que debía dar el visto bueno sobre su realización.
Grabaciones
El testimonio del portavoz de Bureau Veritas vuelve a situar en el centro de la trama a Conesa. El empresario es un imputado clave en la causa abierta por las facturas falsas en Terra Mítica. Conocido de Eduardo Zaplana desde que este último fue alcalde de Benidorm, su nombre aparece en las grabaciones que dos diputados socialistas de Les Corts, José Camarasa y Antoni Such, realizaron a otros imputados en el caso. En esas grabaciones se señala a Conesa como la persona que cobraba comisiones ilegales de los trabajos relacionados con el parque de atracciones de Benidorm y que las trasladaba a Eduardo Zaplana.
Junto a Pineda, por el número tres pasaron ayer otros cuatro testigos, que también rechazaron hacer declaraciones a los periodistas al final de la vista.
En representación de Gestión y Construcción de Obra (GYC), sociedad integrada en la unión temporal de empresas (UTE) Terra Verd, Vicente Monsonís prestó declaración ante el juez durante cerca de una hora. Con anterioridad, habían acudido a declarar representantes de Delta Agrícola, quien sólo compareció durante 3 minutos, y de Arte Riego, cuya declaración se extendió por espacio de 40 minutos, mientras que el último testigo permaneció cerca de 30 minutos ante el juez.
La jornada de hoy se presenta más intensa que la de ayer. Al juzgado de Instrucción acudirán otros tres comparecientes en calidad de testigos, quienes también comenzarán a declarar a partir de las 9 horas.
Declaraciones clave
Entre esos comparecientes figuran los representantes de Hormigones Martínez y de Bovis. La declaración de estos testigos se perfila como determinante para conocer lo ocurrido. Entre otras razones, explicaron fuentes próximas a la investigación, porque conocían el organigrama del parque y probablemente, el desarrollo de los acontecimientos y si se produjo el fraude tal y como denuncia la Agencia Tributaria.
Según la denuncia del Ministerio Fiscal admitida a trámite por el juzgado, la Agencia Tributaria detectó un grupo de sociedades que supuestamente formaban parte de una “trama organizada” para falsificar facturas y llevar a cabo “una defraudación del Impuesto de Sociedades y del IVA en los ejercicios 2000 y 2001”.
El pasado mes de julio, el subinspector que detectó el supuesto fraude ratificó ante el juez su informe, y sostuvo que el entramado empresarial, del cual formaban parte sociedades sin objeto social, fue ideado para defraudar a la Hacienda Pública.
En su declaración como testigo aseguró que hubo sobrecostes en la construcción del parque, y que algunas de las empresas encargadas del mismo no tenían suficientes empleados como para realizar algunos trabajos de gran envergadura que les fueron encargados.
De Las Provincias
Varios testigos que declararon ayer ante el juez en las diligencias previas que investigan un presunto fraude fiscal de 4,4 millones de euros por las obras de jardinería en Terra Mítica afirmaron que fueron subcontratados y facturaron con Vicente Conesa a través de su empresa de ingeniería C3, y que nadie controlaba quién entraba y quién salía del parque.
Durante la mañana de ayer, el titular del juzgado de instrucción 3 de Valencia retomó las declaraciones a varios testigos relacionados con las empresas que realizaron trabajos en las obras de construcción del parque temático de Benidorm, o que al menos consta que facturaron por ello.
Los representantes de Delta Agrícola, Arte Riego y GYC (de la UTE Terra Verd) manifestaron que C3 (Vicente Conesa) era quien subcontrataba las empresas para las obras de jardinería.
Reconocen las facturas
En concreto, el actual administrador de Delta Agrícola, que está en la empresa desde 2002, sólo pudo constatar que en aquel momento era Matilde Ripoll (esposa de Vicente Conesa) la que figuraba a la cabeza de la empresa y que facturaron realmente lo que ponía en la factura. Su declaración se extendió por espacio de tres minutos. Este testigo manifestó que trabajaba para C3 (Vicente Conesa).
También el administrador de Arte Riego, encargado de la canalización declaró que trabajaba para C3, no para Terra Mítica y que facturó por el trabajo que realizó, reconociendo todas las facturas que constan en la causa y que estuvo a pie de obra, por lo que pudo constatar que «allí no había nadie que controlara quién entraba y quién salía» .
Por su lado, el representante de Bureau Veritas, Eduardo Pineda, poco pudo aportar ya que figuraba como encargado de Seguridad y Salud pero coordinando estas funciones desde Madrid. Afirmó que no había estado en Terra Mítica a pie de obra, pero dio nombres de otros representantes de la empresa que sí estuvieron. También se le preguntó sobre la denuncia contra la Sociedad Parque Temático de Alicante (SPTA), a lo que respondió que no se lo había preparado porque sobre esta empresa no sabía que le iban a preguntar.
En representación de Gestión y Construcción de Obra (GYC), sociedad integrada en la UTE, Terra Verd (junto con Lubasa y Hormigones Martínez), Vicente Monsonís manifestó que le sonaban Delta AGrícola y Arte Riego y afirmó que no hizo ninguna obra en Terra Mítica.
Aunque formaba pate de la UTE Terra Verd con un 20% (Lubasa y Hormigones Martínez tenían 40% cada uno), les dijeron que cediera cada uno un 5% porque tenía que entrar C3, por ser más especializada en jardinería.
De "Levante"
Varios testigos que declararon ayer ante el Juzgado de Instrucción número 3 de Valencia, que investiga a Terra Mítica y a una veintena de empresas más por un presunto fraude a la Hacienda Pública por valor de 4,4 millones de euros, aseguraron que no hubo «irregularidades», según explicaron fuentes cercanas a la investigación.
El primer testigo que declaró ante el juez, sobre las 09.15 horas, fue Joaquín Gómez, de Hormigones Martínez, quien en una media hora aseveró que desconocía cualquier irregularidad relativa a la construcción de Terra Mítica, al tiempo que afirmó que no había ido al parque temático y que no sabía «nada más», indicaron las mismas fuentes.
Tras Gómez compareció ante el juez, una hora y media más tarde de estar citado, el director regional de Bovis -firma que detentaba la gerencia de la construcción de Terra Mítica-, Francisco Esteban, quien afirmó, tras mostrar diversas facturas, que no hubo sobrecostes y que desconocía al empresario Vicente Conesa.
Por último, declaró, sobre las 13.45 horas y hasta las 15.15 horas, otro representante de la empresa Bovis, quien, al igual que Esteban, señaló que no hubo irregularidades en las facturación de las obras. A este testigo también se le enseñaron diferentes facturas y sí reconoció que conocía a Conesa, señalaron las citadas fuentes.
La Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) presentó una denuncia contra una veintena de empresas, entre ellas, Terra Mítica Parque Temático de Benidorm S.A., y 25 personas físicas por un presunto fraude en los ejercicios 2000 y 2001 del Impuesto de Sociedades y del IVA, mediante la falsificación de facturas, por valor de 4.421.319 euros. La Fiscalía cree que existen indicios de la comisión, en principio, de seis delitos continuados de falsificación de documentos mercantiles y doce delitos contra la Hacienda Pública.
Por su parte, el candidato autonómico de la coalición Compromís pel País Valencià por Alicante Lluis Torró calificó ayer de «indecente» que Francisco Camps «continúe escondiéndose para no dar cuentas a las Cortes de la gestión en la trama de facturas falsas y sobrecostes en Terra Mítica. Camps no puede pretender llegar a la disolución de las Cortes Valencianas sin comparecer, porque las responsabilidades políticas, más allá de las judiciales, son muy claras», sostuvo.
De La Verdad
Era la primera vez que alguien reconocía ante el juez que instruye la trama de facturas falsas de Terra Mítica que había cobrado del parque una cantidad millonaria por un trabajo que nunca llegó a realizar. Lo dijo ayer Cayetano Médel, responsable de la empresa Bobis en su relación con el parque temático. Médel declaró ayer como testigo. Durante las más de cuatro horas que permaneció ante el juez, explicó que Bobis suscribió con Terra Mítica un contrato de más de 6 millones de euros -mil millones de pesetas- para asumir la gerencia de construcción y jardinería. Su cometido, certificar que las obras de construcción del parque de ocio se habían hecho conforme a lo contratado y estampar su sello para autorizar el pago.
Según fuentes del caso, Médel contó que su empresa nunca llegó a hacerse cargo de la gerencia de jardinería; que Bobis recibió instrucciones de Antonio Rincón, director técnico de Terra Mítica imputado en esta causa, para que se desentendiera de esa parte del contrato; y dijo también que el propio Rincón informó a la empresa que la gerencia de jardinería pasaría a manos de Vicente Conesa. Por eso, precisó, el sello de Bobis sólo figura en las facturas giradas por otras empresas a Terra Mítica dentro de sus competencias como gerencia de construcción.
El verse apartada de la gerencia de jardinería no supuso ningún quebranto económico para Bobis, que percibió íntegramente la cantidad estipulada en el contrato pese a que fue liberada de la ejecución de parte del mismo.
Conesa está imputado, junto a otras 31 personas, por los presuntos delitos de falsedad documental, fraude fiscal, alteración contable y estafa. Es, presuntamente, el núcleo de la trama y amigo del portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, que presidía la Generalitat en los años en los que se cometió el presunto fraude, 2000 y 2001.
Conesa ejecutó las obras de jardinería del parque a través de sus empresas o, indirectamente, mediante mercantiles a las que subcontrataba los trabajos. Tenía una posición de privilegio porque, a pesar del contrato de Terra Mítica con Bobis, asumió también la responsabilidad de certificar las obras cuya ejecución era de su competencia, absorbiendo así parte del trabajo por el que Terra Mítica ya había pagado 6 millones de euros a Bobis.
Bicefalia anormal
La Fiscalía sostiene que él era el nexo entre Terra Mítica y un nutrido grupo de empresas instrumentales que facturaron por servicios y trabajos que nunca se llegaron a realizar para defraudar a Hacienda 4,4 millones de euros.
Tanto Médel como Francisco Esteban, director financiero de Bobis que también declaró ayer como testigo,calificaron de anormal esa doble condición que tenía Conesa, de quien dijeron, asistía a las reuniones como gerente y su firma figura en las actas de las mismas.
Los dos responsables de Bobis que comparecieron ayer en el Juzgado de Instrucción número 3 de Valencia, dijeron desconocer la existencia de irregularidades en la facturación y los pagos; aseguraron no tener constancia de la existencia de facturas falsas. «Lo habría denunciado», afirmó Esteban.
Los dos precisaron que su empresa autorizaba el pago a los proveedores cuando las facturas le llegaban visadas por Global-Idom, que ejercía la dirección facultativa de la obra y se encargaba de las mediciones. Bobis no hacia comprobaciones ni sobre la calidad ni sobre la cantidad de los trabajos ni si éstos se facturaron sin llegarse a realizar. Éso era cometido de Global y si las facturas llevaban su sello, Bobis lo daba por bueno.
Sus responsables admitieron conocer a los contratistas pero no a los subcontratistas, categoría ésta última en la que se inscribe la mayoría de la veintena de empresas que componían la trama y cuyo nexo con Terra Mítica fue Conesa.
Dijeron que Bobis daba el visto bueno a «todas las contrataciones importantes», pero no descartaron la existencia de «contratos verbales de pequeña cuantía», que escapaban de su control.
El director financiero de Bobis minimizó los sobrecostes del parque; los atribuyó a que se había realizado más obra de la proyectada inicialmente por las continuas «eventualidades» y precisó que el precio del metro cuadrado construido en Terra Mítica fue inferior al de otros parques temáticos en los que había intervenido dicha empresa.
De ABC-CV
El abogado de Miguel Navarro, el ex director general imputado en la causa, esgrimió ayer un informe elaborado por Bobis para Terra Mítica, que justificaría los abonos que realizó la empresa Sociedad Parque Temático de Alicante, SPTA, a varios contratistas de Terra Mítica. Según este informe, Bobis alertaba a Terra Mítica de que estaba asumiendo gastos por trabajos - canalizaciones y limpieza de barrancos- que debía costear la SPTA, sociedad promotora del parque.
Los responsables de Bobis dijeron desconocer la existencia de este informe, que el letrado leyó parcialmente. Recientemente la Agencia Tributaria entregó un informe al Juzgado en el denunciaba que las empresas de Cones a y del grupo Cobra, integradas en la UTE Terra Verd, devolvieron a Terra Mítica importantes cantidades cobradas en exceso, que luego recuperaban a través de la SPTA. Según Hacienda, éste era un mecanismo ideado por los gestores del parque, que se habrían servidio de la SPTA para ocultar los escandalosos sobrecostes de Terra Mítica. El informe esgrimido por el letrado reforzaría, sin embargo, la tesis de que las facturaciones de estas mercantiles a la SPTA respondían a trabajos realmente ejecutados que inicialmente se facturaron por error a Terra Mítica.
La jornada de declaraciones la inaguró ayer Joaquín Gómez, el representante de Hormigones Martínez. Su comparecencia apenas duró veinte minutos y sorprendió a las partes por el desconocimiento que el testigo dijo tener de todo por cuanto se le preguntaba. Llegó a asegurar que no conocía a Vicente Conesa, presente en la sala, pese a que ambos eran socios de la UTE Terra Ver, denunciada en la trama de facturas falsas de la SPTA por un fraude de 1,5 millones.
La fiscal solicitó al juez que Conesa no estuviera presente en los interrogatorios a los testigos. El juez no estimó esta petición.
De ABC-CV
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