La propia ministra española de Medio Ambiente, Cristina Narbona, advirtió este fín de semana de que el cambio climático afectará más a España que a otras regiones.En la provincia de Alicante, la temperatura media durante 2006 fue de 16,2 grados, la más alta desde que en 1950 comenzaron a realizarse registros fiables.
Durante el siglo XX en España se ha reducido el promedio anual de lluvia en el Mediterráneo pero se incrementaron las lluvias torrenciales, el calentamiento y la salinidad de las aguas de este mar interior.
La ministra dijo en este sentido, tras los estudios de los científicos que anuncian una elevación del nivel del mar de entre 18 y 59 centímetros para 2100, que “no se puede seguir insistiendo en la primera línea de playa como se ha hecho durante muchos años”.
Según ha explicado el director del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (Ceam), Millán Millán, “los tornados e incluso los ciclones van a ser fenómenos climatológicos habituales en la Comunitat, ya que el incremento de la temperatura va a convertir el Mediterráneo en un mar casi tropical”. En los últimos años se ha incrementado su temperatura máxima de 27 a 34 grados.
Los fenómenos extremos van a protagonizar la climatología de los próximos años. Y la sequía en la Comunidad Valenciana no se va a considerar como un fenómeno coyuntural sino estructural. Es decir, la falta de precipitaciones será propia del clima de la zona, e irán disminuyendo de forma gradual los litros acumulados en un año. “Hasta ahora, la media de lluvias en nuestra región estaba cifrada en 350 litros por metro cuadrado en un año, pero esa cantidad ya ha experimentado un descenso en los últimos años”, asegura Millán.
Por ello, Millán considera que la sequía que padece la Comunidad Valenciana, que ya va por su tercer año, no es un fenómeno transitorio, sino “una característica más del clima semiárido al que nos abocamos y que en un espacio de tiempo, que todavía no se puede cuantificar, se convertirá en un desierto”.
El informe de los científicos que se publicó el pasado viernes fue tan contundente e inequívoco que las consecuencias no se han hecho esperar. Las llamadas de atención llegaron desde los grupos ecologistas, de la Unión Europea y de Naciones Unidas, todos sobre la urgencia de tomar medidas para frenar el proceso.
En la clausura el domingo en París de la conferencia internacional Ciudadanos de la Tierra, donde se hizo público el informe sobre el cambio climático de la ONU, 45 países apoyaron la creación de una organización de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente con un llamamiento a combatir la degradación del planeta, que ha llegado “al límite de lo irreversible”.
“Hoy sabemos que la Humanidad está destruyendo, a una velocidad aterradora, los recursos y equilibrios que han permitido su desarrollo y que determinan su futuro”, reza el Llamamiento de París , leído al final de la conferencia por el anfitrión, el presidente francés Jacques Chirac.
El texto promueve la transformación del actual Programa de la ONU para el Medio Ambiente en una agencia similar a la Organización Mundial de la Salud (OMS), que sea “una voz fuerte reconocida en el Mundo, que permita evaluar los daños ecológicos y comprender cómo remediarlos”. Narbona apoyó ayer “con entusiasmo” la idea.
Mientras, la Administración del presidente estadounidense, George W. Bush, continúa manteniendo su negativa a ejercer cualquier tipo de control para limitar las emisiones de gases que contribuyen al recalentamiento global, a pesar de las advertencias de la Conferencia Internacional sobre Cambio Climático.
Desde la Comunidad Valenciana, la Generalitat ya ha expresado su voluntad de contribuir a frenar el cambio climático. La primera medida será la participación de la Conselleria de Territorio en el I Encuentro sobre Energía, Municipio y Calentamiento Global (EMCG), que se celebrará la próxima semana en Madrid y que será inaugurado por el ex vicepresidente de Estados Unidos Al Gore.
El titular de Territorio y Vivienda, Esteban González Pons, aseguró que la Comunidad Valenciana “no se puede quedar atrás en ese tema”, por lo que consideró que el encuentro es “una buena oportunidad para intercambiar experiencias”.
Durante el siglo XX en España se ha reducido el promedio anual de lluvia en el Mediterráneo pero se incrementaron las lluvias torrenciales, el calentamiento y la salinidad de las aguas de este mar interior.
La ministra dijo en este sentido, tras los estudios de los científicos que anuncian una elevación del nivel del mar de entre 18 y 59 centímetros para 2100, que “no se puede seguir insistiendo en la primera línea de playa como se ha hecho durante muchos años”.
Según ha explicado el director del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (Ceam), Millán Millán, “los tornados e incluso los ciclones van a ser fenómenos climatológicos habituales en la Comunitat, ya que el incremento de la temperatura va a convertir el Mediterráneo en un mar casi tropical”. En los últimos años se ha incrementado su temperatura máxima de 27 a 34 grados.
Los fenómenos extremos van a protagonizar la climatología de los próximos años. Y la sequía en la Comunidad Valenciana no se va a considerar como un fenómeno coyuntural sino estructural. Es decir, la falta de precipitaciones será propia del clima de la zona, e irán disminuyendo de forma gradual los litros acumulados en un año. “Hasta ahora, la media de lluvias en nuestra región estaba cifrada en 350 litros por metro cuadrado en un año, pero esa cantidad ya ha experimentado un descenso en los últimos años”, asegura Millán.
Por ello, Millán considera que la sequía que padece la Comunidad Valenciana, que ya va por su tercer año, no es un fenómeno transitorio, sino “una característica más del clima semiárido al que nos abocamos y que en un espacio de tiempo, que todavía no se puede cuantificar, se convertirá en un desierto”.
El informe de los científicos que se publicó el pasado viernes fue tan contundente e inequívoco que las consecuencias no se han hecho esperar. Las llamadas de atención llegaron desde los grupos ecologistas, de la Unión Europea y de Naciones Unidas, todos sobre la urgencia de tomar medidas para frenar el proceso.
En la clausura el domingo en París de la conferencia internacional Ciudadanos de la Tierra, donde se hizo público el informe sobre el cambio climático de la ONU, 45 países apoyaron la creación de una organización de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente con un llamamiento a combatir la degradación del planeta, que ha llegado “al límite de lo irreversible”.
“Hoy sabemos que la Humanidad está destruyendo, a una velocidad aterradora, los recursos y equilibrios que han permitido su desarrollo y que determinan su futuro”, reza el Llamamiento de París , leído al final de la conferencia por el anfitrión, el presidente francés Jacques Chirac.
El texto promueve la transformación del actual Programa de la ONU para el Medio Ambiente en una agencia similar a la Organización Mundial de la Salud (OMS), que sea “una voz fuerte reconocida en el Mundo, que permita evaluar los daños ecológicos y comprender cómo remediarlos”. Narbona apoyó ayer “con entusiasmo” la idea.
Mientras, la Administración del presidente estadounidense, George W. Bush, continúa manteniendo su negativa a ejercer cualquier tipo de control para limitar las emisiones de gases que contribuyen al recalentamiento global, a pesar de las advertencias de la Conferencia Internacional sobre Cambio Climático.
Desde la Comunidad Valenciana, la Generalitat ya ha expresado su voluntad de contribuir a frenar el cambio climático. La primera medida será la participación de la Conselleria de Territorio en el I Encuentro sobre Energía, Municipio y Calentamiento Global (EMCG), que se celebrará la próxima semana en Madrid y que será inaugurado por el ex vicepresidente de Estados Unidos Al Gore.
El titular de Territorio y Vivienda, Esteban González Pons, aseguró que la Comunidad Valenciana “no se puede quedar atrás en ese tema”, por lo que consideró que el encuentro es “una buena oportunidad para intercambiar experiencias”.
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