Durante los ocho años que los valencianos percibieron los fondos comunitarios, la Comunidad registró también un déficit fiscal de unos 1.200 millones de euros anuales, lo que supone que "técnicamente, el dinero ingresado por el Objetivo 1 se invirtió en otras autonomías".
Ésta es una de las principales conclusiones de un estudio elaborado por Celestí Gimeno, profesor del departamento de Economía Aplicada de la Universitat Jaume I de Castellón y autor del libro 'L'espoli fiscal del País Valencià'.
Gimeno, cuyas tesis se han visto actualizadas y refrendadas por la reciente publicación de las balanzas fiscales por parte del Gobierno central, asegura que los ingresos de la UE "se evaporaron por el expolio sistemático" que, a su juicio, el actual sistema de financiación autonómica practica sobre la Comunidad.
Los 7.000 millones de euros de la Unión Europea supusieron una importante inyección económica que, sin embargo, no pudo paliar los cerca de 300 euros por habitante y año que la Comunidad aportó al Estado entre 1995 y 2003 y que nunca se reinvirtieron en el territorio valenciano.
Así, Gimeno ha asegurado en más de una ocasión que "la financiación europea fue una especie de Bienvenido Mister Marshall a la valenciana, ya que el dinero llegó y pasó de largo hacia otras regiones".
Para ilustrar este saldo negativo para la Comunidad, el estudio de Gimeno plantea el ejemplo de Irlanda, un país con una población similar a la suma de Alicante, Valencia y Castellón e idéntico punto de partida en la carrera hacia la convergencia europea. Sin embargo, el economista señala que los datos económicos irlandeses son, hoy en día, mucho mejores que los valencianos.
La tesis que maneja el profesor de la UJI, quien también fue candidato a la Alcaldía de Castellón por Esquerra Republicana, es que los irlandeses, al no haber desviado sus inversiones, han podido aprovechar mucho mejor el dinero de la Unión Europea.
Así, según los datos de Bruselas, Irlanda posee un índice de convergencia en materia de renta per cápita del 140, mientras que la Comunidad Valenciana apenas alcanza los 96 puntos.
Del mismo modo, el estudio económico de Gimeno recoge la paradoja de que la Comunidad Valenciana sea la cuarta región que más aporta al Estado y, por tanto, a la solidaridad interterritorial pese a que su renta per cápita está por debajo de la media española.
De hecho, el experto en balanzas fiscales justifica que Cataluña o Baleares, con un índice de riqueza superior a la media estatal, sean donantes de solidaridad interregional, pero no así la Comunidad Valenciana.
Este mismo periódico profundizó en esta idea al hacerse eco de otra paradoja: los valencianos son los cuartos que más aportan a las arcas estatales y, en cambio, son los cuartos por la cola en materia de inversión por habitante. Por este motivo, el profesor Gimeno no duda en utilizar la expresión "expolio fiscal" para definir la relación entre la Comunidad Valenciana y el Gobierno español.
Para él, se trata de una situación que tiene graves repercusiones sobre la vida de los ciudadanos, ya que empobrece la situación de las infraestructuras, perjudica al sector industrial y recorta los servicios sociales como la Sanidad, la Educación o las prestaciones sociales.
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