ALICANTE.- La ocupación hotelera media en toda la Costa Blanca se situó durante la primera quincena de agosto en un 86,6%, si bien, Benidorm continúa tirando del carro pues si se excluyen los datos de la meca del turismo provincial los porcentajes caen hasta un 79,7%, según "Las Provincias".
Así lo confirmó ayer en un comunicado la Asociación Empresarial Hostelera de Benidorm y la Costa Blanca (Hosbec), que este verano ofrece por primera vez datos conjuntos de todos los establecimientos hoteleros de la provincia, pues hasta la fecha Benidorm y su comarca iban por un lado y el resto de la provincia, por el otro.
Ese es precisamente el motivo por el que mientras sí que se ha podido constatar un descenso de casi siete puntos respecto a la primera quincena de agosto de 2007 en los establecimientos de la ciudad de los rascacielos, intentar averiguar la evolución respecto al año anterior en el conjunto de la Costa Blanca resulta bastante más complicado.
En cualquier caso, lo que es seguro es que los datos son muy dispares. Por ejemplo, entre las poblaciones turísticas más significativas, la mejor ocupación hotelera se alcanzó en Calpe, que con un 92,5% ha hecho palidecer el 88,99% registrado en Benidorm. Le siguen de cerca Finestrat, con un 85,2%, Altea con un 81,9%, y l'Alfàs del Pi, con un 81,3%.
Por categorías, los hoteles de la Costa Blanca registraron en la primera quincena de agosto una ocupación del 91,3% para los establecimientos de dos estrellas, del 85,8% para los de tres estrellas, del 83,7% para los de cuatro y del 60,8% para los de cinco estrellas.
Los datos varían sensiblemente respecto a los que registraron los establecimientos de Benidorm en este periodo, pues en este destino los hoteles de tres y cuatro estrellas obtuvieron mejores cifras de ocupación (89,4% y 88,8%, respectivamente) que los de dos estrellas (86,5%), mientras que los de cinco estrellas apenas cubrieron la mitad de sus plazas.
El mayor contraste entre las cifras del conjunto de la Costa Blanca y los de Benidorm se produce, no obstante, en lo que a la procedencia de los turistas se refiere.
Mientras en Benidorm, los touroperadores europeos copan buena parte del mercado, en el conjunto de la Costa Blanca la hegemonía del turismo familiar procedente del resto de España es incontestable.
El mercado nacional fue el mayoritario en el conjunto de los hoteles de la provincia al absorber el 81,9% de la demanda. Respecto a los mercados internacionales, siguen destacando por encima del resto el británico, con un 5,9% del total, el francés con un 3,3% y el alemán, con un 2,6%.
Sin embargo, el peso global del turismo extranjero en la Costa Blanca es muy inferior al que tienen en la ciudad de Benidorm, donde representan el 48,30% del total. El Reino Unido es el principal mercado emisor, pues los turistas británicos representan el 32% del total, mientras que a mucha distancia queda Bélgica (3,5%) y Holanda (2,1%).
La previsión para la segunda quincena de agosto están bastante lejos del 86,6% registrado en la primera en el conjunto de la Costa Blanca (un 79,7% si se excluye Benidorm). Los pronósticos de la patronal hotelera sitúan la ocupación global en torno al 75,55%, pero si no se computaran las previsiones de Benidorm, que confía en registrar un ligero repunte durante la segunda quincena de agosto hasta alcanzar el 90,4% de ocupación, las previsiones caerían tres puntos, hasta el 72,55%.
Así lo confirmó ayer en un comunicado la Asociación Empresarial Hostelera de Benidorm y la Costa Blanca (Hosbec), que este verano ofrece por primera vez datos conjuntos de todos los establecimientos hoteleros de la provincia, pues hasta la fecha Benidorm y su comarca iban por un lado y el resto de la provincia, por el otro.
Ese es precisamente el motivo por el que mientras sí que se ha podido constatar un descenso de casi siete puntos respecto a la primera quincena de agosto de 2007 en los establecimientos de la ciudad de los rascacielos, intentar averiguar la evolución respecto al año anterior en el conjunto de la Costa Blanca resulta bastante más complicado.
En cualquier caso, lo que es seguro es que los datos son muy dispares. Por ejemplo, entre las poblaciones turísticas más significativas, la mejor ocupación hotelera se alcanzó en Calpe, que con un 92,5% ha hecho palidecer el 88,99% registrado en Benidorm. Le siguen de cerca Finestrat, con un 85,2%, Altea con un 81,9%, y l'Alfàs del Pi, con un 81,3%.
Por categorías, los hoteles de la Costa Blanca registraron en la primera quincena de agosto una ocupación del 91,3% para los establecimientos de dos estrellas, del 85,8% para los de tres estrellas, del 83,7% para los de cuatro y del 60,8% para los de cinco estrellas.
Los datos varían sensiblemente respecto a los que registraron los establecimientos de Benidorm en este periodo, pues en este destino los hoteles de tres y cuatro estrellas obtuvieron mejores cifras de ocupación (89,4% y 88,8%, respectivamente) que los de dos estrellas (86,5%), mientras que los de cinco estrellas apenas cubrieron la mitad de sus plazas.
El mayor contraste entre las cifras del conjunto de la Costa Blanca y los de Benidorm se produce, no obstante, en lo que a la procedencia de los turistas se refiere.
Mientras en Benidorm, los touroperadores europeos copan buena parte del mercado, en el conjunto de la Costa Blanca la hegemonía del turismo familiar procedente del resto de España es incontestable.
El mercado nacional fue el mayoritario en el conjunto de los hoteles de la provincia al absorber el 81,9% de la demanda. Respecto a los mercados internacionales, siguen destacando por encima del resto el británico, con un 5,9% del total, el francés con un 3,3% y el alemán, con un 2,6%.
Sin embargo, el peso global del turismo extranjero en la Costa Blanca es muy inferior al que tienen en la ciudad de Benidorm, donde representan el 48,30% del total. El Reino Unido es el principal mercado emisor, pues los turistas británicos representan el 32% del total, mientras que a mucha distancia queda Bélgica (3,5%) y Holanda (2,1%).
La previsión para la segunda quincena de agosto están bastante lejos del 86,6% registrado en la primera en el conjunto de la Costa Blanca (un 79,7% si se excluye Benidorm). Los pronósticos de la patronal hotelera sitúan la ocupación global en torno al 75,55%, pero si no se computaran las previsiones de Benidorm, que confía en registrar un ligero repunte durante la segunda quincena de agosto hasta alcanzar el 90,4% de ocupación, las previsiones caerían tres puntos, hasta el 72,55%.
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