El sector financiero español sigue generando desconfianza entre los inversores, debido a las dudas que se ciernen sobre su capacidad para capear la actual crisis. Ello ha provocado que en los últimos días las primas de riesgo escalen hasta nuevos máximos y con más intensidad que en otros mercados también azotados por las turbulencias, como el estadounidense y el británico.
El diferencial o spread de la deuda a cinco años de Sabadell ha pasado desde los 137 puntos básicos de hace dos meses a situarse en 260. En Popular, la prima de riesgo cotiza en 260 puntos básicos, mientras que en La Caixa ha saltado desde los 48 puntos básicos de hace un año a los 237 actuales. La Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), una de las entidades más expuestas al negocio inmobiliario, esta referencia se ha multiplicado por 17 veces, hasta los 450 puntos básicos actuales. En Caja Madrid supera los 200.
'Las entidades británicas, irlandesas y españolas son las que más riesgos tienen en el mercado hipotecario. Además, a medida que se acelera la crisis en España el mercado se pregunta qué crecimiento van a obtener estas entidades, después de que el mercado doméstico se haya paralizado', explica Félix López, de Atlas Capital.
Este experto recuerda, además, que el repunte de la morosidad en España es preocupante, no tanto por su volumen -el porcentaje de créditos impagados repuntó en julio hasta el 1,61%, el doble que hace un año y la cifra más alta desde 1999- sino por la velocidad con que se está produciendo.
En este sentido, los expertos comentan que el horizonte a medio y largo plazo es poco halagüeño y no descartan un deterioro adicional del escenario actual.
No obstante, reconocen que el movimiento de los últimos días está algo desvirtuado ya que hay muy poca liquidez en el mercado por el periodo estival.
Sólo los dos grandes bancos, Santander y BBVA, han conseguido permanecer al margen de esta purga en el sector financiero, beneficiados por la mayor diversificación de su negocio (España sólo aporta ya un tercio a sus beneficios).
En ambos casos, el diferencial de crédito se ha estabilizado por debajo de la barrera de los 100 puntos básicos y se sitúa en el entorno de los 94 puntos. Esta cota está muy por debajo de los 150 puntos con los que coquetearon tanto Santander como BBVA a mediados del pasado mes de marzo, justo en el punto más álgido de la crisis subprime tras la quiebra del estadounidense Bear Stearns. Aún así, los niveles actuales casi triplican el punto de partida de hace un año, cuando sus spreads estaban instalados en la zona de los 35 puntos básicos.
Además, ambas entidades tampoco son inmunes al efecto contagio desde Estados Unidos, donde los principales bancos de inversión están pagando una elevada factura en esta crisis.
La entidad estadounidense ha recibido un nuevo varapalo con la decisión de Moody's de recortar su rating, junto al de las dos sociedades hipotecarias (Fannie Mae y Freddie Mac). En los últimos meses, los rumores sobre una posible quiebra de Lehman Brothers han sido constantes, aunque también se ha especulado con la posibilidad de que un banco coreano pudiera estar ultimando su compra. Esta situación se ha reflejado en un fuerte incremento de sus spreads, que rozan los 330 puntos básicos, frente a los 119 de comienzos de año y los 450 que tocó con la crisis de Bear Stearns y su venta a JPMorgan.
En Merrill Lynch, el diferencial de crédito también ha alcanzado los 310 puntos básicos, seguido por Morgan Stanley con 217 y Citi, con 169.
En Europa, junto a los españoles, los más castigados son los bancos británicos. La prima de riesgo en HBOS ha subido hasta los 191 puntos básicos y la de Barclays hasta los 130 puntos básicos.
En el suizo UBS se ha estabilizado en 118 puntos básicos, en el escocés Royal Bank of Scotland en 114 y en el belgaholandés Fortis en 106. El francés Crédit Agricole y el suizo Credit Suisse tienen su spread en torno a los 90 puntos básicos.
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