Según ha podido saber este diario de fuentes solventes, entidades de ahorro de todo el país han adquirido un importante paquete de las cuotas participativas que la CAM puso a disposición de los inversores cualificados.
Entre las entidades que han prestado su apoyo a la caja presidida por Vicente Sala se encuentra la otra gran caja de la Comunidad Valenciana, Bancaja, que ha suscrito cuotas por un importe que fuentes próximas a la operación sitúan en el entorno de los siete millones de euros, aunque desde la CAM la cantidad se rebaja hasta entre dos y cinco millones de euros.
Fuentes del sector financiero dan por segura también la participación de La Caixa o Caja Madrid, que podrían haber comprado cuotas participativas de la CAM por un importe equiparable al de Bancaja, mientras que el resto de entidades de ahorro españolas habrían adquirido activos hasta un máximo de tres millones de euros, siempre en función de su tamaño.
Este respaldo al estreno en la Bolsa de la CAM, del que se cumple esta semana un mes, ha sido interpretado en el sector como un gesto solidario de las entidades con Caja Mediterráneo, sobre todo por la turbulenta coyuntura financiera, que no invitaba a acudir a los mercados bursátiles en busca de liquidez.
Pero además de las motivaciones de carácter corporativo, existen otras explicaciones de fondo menos altruistas. Las fuentes financieras consultadas subrayan que las cajas de ahorro españolas son conscientes de que no pueden dejar que fracase la emisión de las cuotas participativas de la CAM, porque ese precedente bursátil acabaría perjudicando en última instancia al conjunto. Un hundimiento de las cuotas al poco de su lanzamiento complicaría mucho en el futuro los planes de otras cajas de seguir la estela de la entidad alicantina.
El éxito de la CAM, por el contrario, debería convencer al mercado de que la salida a Bolsa de las cajas es una opción atractiva. Es, por consiguiente, un factor favorable del que el sector no puede prescindir en un contexto bursátil que ha obligado a aplazar la puesta en cotización de otros activos, como la cartera industrial. Así, la valenciana Bancaja renunció a su proyecto de sacar a Bolsa este verano el holding que constituyó hace un año.
La exposición de las cajas al sector inmobiliario y el endeudamiento acumulado ha convertido en un imperativo la captación de recursos. Además de la salida a Bolsa las fuentes consultadas dan por hecho que el sector tiene en venta una buena parte de sus activos inmobiliarios.
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