¿Qué es esta pieza? Se trata de la construcción del último tramo de plataforma de la Línea de Alta Velocidad (LAV) Murcia-Almería, a su paso por la ciudad de Lorca, e integra la ejecución de un túnel de 2,9 km y la nueva estación de Lorca-Sutullena.
"Ahora se puede decir que para viajeros todo el trazado está en obras de plataforma o en servicio; no había pasado nunca" apunta Boira, que subraya que en estos momentos "casi el 80% de la infraestructura está en obras y el 100% ya está planificado".
El tramo se ejecutará para el transporte de pasajeros, por lo que queda su adaptación para mercancías, fundamental para el sentido que debe tener el Corredor mediterráneo. Pero Boira apunta que "se está definiendo" esta cuestión y que el paso dado por el Gobierno "muestra el compromiso con el Corredor y es una evidencia de los avances, porque significa culminar una primera fase en el proyecto, que es la de llevar el ancho internacional hasta Almería".
Con este paso, todo el corredor desde Almería a la frontera francesa se está adaptando a ancho UIC y preparado para su enlace con el resto de Europa sin cambios en frontera. Recuerda el comisionado que en 2003, hace ahora 20 años, el trazado del corredor no existía por la marginación a la que la ex comisaria europea de Transporte, Loyola de Palacio, lo sometió en Europa. Y que 2012, Ana Pastor votó en contra de su reconocimiento dentro de las redes transeuropeas, "y que en 2018 todavía el 40 % del corredor estaba sin planificar".
Hace algo más de una semana, en Madrid, la Asociación Valenciana de Empresarios, AVE, entidad que preside el naviero Vicente Boluda, reclamó que el Gobierno acelerara las obras y precisó la importancia de que estas concluyeran la conexión con Almería.
También destacaron los empresarios proyectos pendientes o en fase de ejecución, como la doble plataforma entre Castellón y Valencia o al túnel pasante de la capital valenciana, fundamentales para descongestionar el tráfico de norte a sur.
Josep Vicent Boira reconoce la importancia de las obras que están en marcha, "El túnel pasante de Valencia y la plataforma entre Castellón y Valencia son claves, como así la vía de La Encina-Játiva para impulsar los tráficos con el oeste peninsular".
Destaca también la importancia de preparar los servicios de pasajeros y mercancías, con nuevos operadores, "para ofrecer nuevas prestaciones a personas y empresas".
"Sin olvidar las terminales y los accesos portuarios para que el tráfico ferro-portuario sea una realidad. Creo mucho en el futuro de este tipo de tráfico y el de las autopistas ferroviarias".
Pero Almería no es la última parada. El Corredor mediterráneo, en su diseño por el litoral, debe alcanzar Algeciras. Boira destaca que a partir de lo logrado en Almería se inicia una segunda etapa "que deberá finalizar los trabajos y poner en servicio el ancho estándar, extender los trabajos hacia el sur de Almería, con la solución propuesta para Granada y la conexión con Antequera y finalizar la mejora del Algeciras-Bobadilla (con un presupuesto de más de 470 millones de euros, buena cantidad invertida ya) en conjunción con el Corredor atlántico".
Advierte, por esta razón, que "a veces se tiene una visión estática del Corredor, esperando un corte de cinta que, debido a la propia naturaleza de la infraestructura, nunca llegará porque habrá mejoras continuadas".
De momento, la decisión en la pieza que faltaba entre Murcia y Almería ya comienza a ser realidad.
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