MADRID.- El porcentaje de españoles que se ha contagiado de coronavirus se eleva al 9,9 %, 4,7 millones de personas, casi el doble de los que se habían infectado en la primera ola, cuando habían contraído el virus un 5,2 % de la población, según la cuarta oleada del estudio de seroprevalencia Enecovid.
Son resultados preliminares de la macroencuesta coordinada por el Ministerio de Sanidad y el Instituto de Salud Carlos III que han arrojado los test rápidos de anticuerpos, si bien habrá que esperar a las próximas semanas para tener datos más detallados de los análisis en laboratorio.
La prevalencia actual -porcentaje de personas que actualmente tienen anticuerpos IgG detectables con el test rápido- se sitúa en un 7,1 % y es similar en hombres y mujeres y presenta pocos cambios en la edad, ha expuesto la directora del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, Marina Pollán.
Como en las rondas anteriores, el estudio vuelve a mostrar grandes diferencias geográficas y es el centro el que vuelve a aglutinar un 15 % o más de las infecciones, con Madrid, Cuenca y Soria a la cabeza, mientras en otras zonas no se alcanza el 5 %, como Canarias, Lugo, Pontevedra y A Coruña, Valencia y Córdoba y Huelva. No obstante, en esta nueva oleada se observa una mayor dispersión y destacan Navarra, Barcelona, Lleida y Zaragoza.
La proporción de personas con anticuerpos IgG es mayor en residentes de grandes ciudades (más de 100.000 habitantes), y se sitúa en estas localizaciones en un 8,3 % actualmente y en un 11,6 % en el global del estudio.
De acuerdo con el avance presentado este martes, uno de cada diez personas que vive en España se habría contagiado de coronavirus; la mitad lo hizo en la primera ola, según arrojaban las cifras de las tres primeras rondas que culminaron en julio, y la otra mitad en esta segunda ola epidémica, ha destacado la directora del ISCIII, Raquel Yotti.
Pese a que los test rápidos facilitan la participación, lo cierto es que ha descendido a 51.409 las personas que han aceptado participar en el estudio, una cifra en la que se observa cierta infrarrepresentación de niños menores de 10 años, adultos jóvenes y personas muy mayores.
Las personas seronegativas en la primera fase del estudio que ahora tienen anticuerpos IgG detectables (tasa de seroconversión) se sitúa en un 3,8 %, cuando en las anteriores era del 0,7-0,9 %.
El porcentaje de personas asintomáticas durante las 4 rondas que tiene anticuerpos IgG se sitúa en un 3,3 %, cuando en las oleadas anteriores se mantuvo entre un 2,5 % y un 2,8 %, mientras que el porcentaje de asintomáticos en relación con el total de positivos se estima en torno al 30 %.
Un 2,8% ha perdido o reducido sus anticuerpos
La cuarta ronda del estudio de seroprevalencia ha detectado que un 2,8 % de los infectados en las oleadas anteriores ha perdido o reducido su nivel de anticuerpos IgG, de forma que ahora no son detectados por los test rápidos.
La cifra es la diferencia entre la seroprevalencia actual, que sólo recoge los positivos IgG de los últimos quince días de noviembre, y la que acumulan los infectados en los cuatro periodos del la macroencuesta, según ha explicado en la rueda de prensa de presentación la directora del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, Marina Pollán.
Globalmente, en la segunda quincena de noviembre un 7,1 % de la población residente en nuestro país presenta anticuerpos IgG, siendo este porcentaje ligeramente superior en mujeres, aunque la diferencia con los hombres no es significativa (7,5 % versus 6,7 %).
Este estimador representa el porcentaje de población española no institucionalizada que, de acuerdo a los datos obtenidos con el test rápido, ha tenido contacto con SARS-CoV-2 desde el inicio de la pandemia.
Y de esa diferencia se desprende que un 2,8 % por ciento de personas han perdido por el camino o reducido sus anticuerpos, si bien habrá que esperar aún algunas semanas para tener los datos consolidados resultantes de las pruebas de laboratorio.
Porque, según ha recordado Raquel Yotti, directora del Instituto de Salud Carlos III responsable del estudio, "los test rápidos tienen una precisión menor que los de laboratorio; por eso se desaconseja su uso para diagnóstico. Son útiles para hacer estadísticas, pero no para tomar decisiones a nivel individual", ha destacado.
Ninguno permite determinar si una persona tiene o no una infección activa, sino solo "si en un momento dado se ha pasado una infección": "Ninguna persona debería tomar decisiones con este tipo de test para evitar la propagación del virus", ha advertido Yotti.
Los trabajadores que más se han infectado
Los trabajadores que más se han infectado de coronavirus en España son los sanitarios (16,8 %) y las mujeres que cuidan a personas dependientes en el domicilio (16,3 %), según la cuarta oleada del estudio de seroprevalencia Enecovid presentada este jueves.
La directora del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, Marina Pollán, ha destacado la alta prevalencia global acumulada en estos colectivos, a los que le siguen las limpiadoras, con casi el 14 % y aquellas que trabajan en establecimientos sociosanitarios, con un 13 %.
También ha dicho que es "llamativo" que aquellas personas sin nacionalidad española tienen una prevalencia mayor, alrededor del 13 %, lo que a juicio de Pollán podría estar relacionado con el trabajo que desempeñan o con sus condiciones de vida.
El personal de enseñanza no presenta cifras superiores al resto de colectivos, según el estudio. La tasa de seroconversión es otro dato de interés de esta cuarta oleada, es decir, las personas que en las tres oleadas del estudio habían dado negativo por coronavirus y en esta cuarta son positivas y que alcanza el 3,8 % cuando en las anteriores se situaba por debajo al 1 %.
Para Pollán, "llama mucho la atención" respecto a las otras oleadas la tasa de seroconversión de las personas que han manifestado convivir con personas diagnosticadas de covid, y que alcanza un 35 %, multiplicándose por diez respecto a los datos anteriores.
España prepara duras medidas para evitar la tercera ola en enero
El Gobierno de Pedro Sánchez está meditando imponer severas medidas de movilidad y normas de encuentros navideños ante las subidas de contagios del pasado fin de semana y en línea con las duras restricciones que han impuesto en sus países los gobiernos de Francia, Italia, Holanda, Alemania y Reino Unido.
Está en riesgo incluso un confinamiento general, o el bloqueo pleno de movilidad entre CC.AA. y un toque de queda general a las 10 de la noche, como ya está ocurriendo en Baleares. Porque existe el temor fundado de que después de Reyes y tras las Navidades y salidas de las compras de estos días en España se relancen los contagios y se presente una ‘tercera ola’ del coronavirus cuando aún no han empezado a distribuirse ni a aplicarse las vacunas.
Las que según el ministro Illa empezarán a llegar a España a partir del 5 de enero pero todavía no sabemos cuándo se aplicarán y si solo serán de la marca Pfizer o si habrá alguna otra. Como falta por saber el reparto territorial de dichas vacunas.
Las que ya sabemos que las recibirán prioritariamente el personal sanitario y los mayores con dependencias y enfermedades crónicas.
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