viernes, 26 de noviembre de 2021

La teoría de la 'autoextinción' de la variante delta en Japón: "El virus se estaría aplicando una especie de autovacuna"


TOKIO/MADRID.- "A medida que se acumulaban mutaciones, creemos que finalmente se convirtió en un virus defectuoso y no pudo hacer copias de sí mismo". Es la explicación que da Ituro Inoue, profesor del Instituto Nacional de Genética de Japón, a lo que está ocurriendo en ese país con la variante delta. Explica en el Japan Times que él y su equipo han detectado cambios genéticos en la variante que habrían derivado en su supuesta autoextinción.

“Supuesta” porque que haya ocurrido esto es solo una hipótesis, una teoría que proponen pero que aún tiene que ser demostrada. Según ellos, lo que habría ocurrido en Japón es que delta habría acumulado demasiadas mutaciones en la proteína de corrección de los errores del virus, llamada “nsp14”. Tuvo dificultades para reparar esos errores a tiempo, explican, y ello derivó en su "autodestrucción". ¿Qué significa todo esto? ¿Puede autoextinguirse una variante?

Más errores al replicarse

Esa proteína de la que hablan los investigadores es muy importante para corregir los errores que se dan en los coronavirus al replicarse. "Si no los corriges, eso implica más mutaciones lesivas, que perjudican al virus en su replicación”, explica a Nius el bioquímico y profesor de la Universidad Complutense José Manuel Bautista. Si ocurre eso, “el virus deja de multiplicarse igual de bien porque el porcentaje de errores que comete es mucho mayor”.

Los virus, cuando se replican, adquieren mutaciones. Es decir, que hay cambios genéticos en el coronavirus durante su reproducción, cuando se replica en otras células y se multiplica. Y puede ocurrir que algunas de esas mutaciones vayan “en detrimento de esa variante”, explica el científico. 

Es decir, si acumula demasiadas mutaciones en esa proteína correctora de errores de la que hablábamos, “a lo mejor, ahora tiene una tasa de errores mucho mayor, lo que significa que hace más mutantes con un porcentaje de supervivencia menor. Se producen más virus potencialmente incapacitados para replicarse bien, porque tienen mutaciones que se lo impiden”, explica Bautista, que nos explica lo que puede haber ocurrido. 

Mutaciones, azar y viabilidad

Hay que tener en cuenta que las mutaciones ocurren al azar. Y lo que hace el virus es seleccionar las que le permitan mejorar. ¿En qué? En su capacidad de infectar, de transmitirse, de evadir al sistema inmune, etc… 

"Selecciona las mutaciones que le permiten sobrevivir”. Bautista pone un ejemplo, para entender cómo funciona esto. “De 1.000 virus que se replican, pongamos que hay 300 con mutaciones, pero a lo mejor solo tres de ellas son las más adecuadas para sobrevivir”. 

La selección de las mutaciones tiene que ver con su viabilidad, y esto explica la aparición de variantes como delta, que es la mejor versión del SARS-CoV-2 hasta la fecha. Pero no siempre ocurre esto. Si se produce alguna desviación en este mecanismo, la cosa cambia. Bautista lo explica así.

“Un porcentaje muy alto de la replicación del virus produce mutantes. Muchos de ellos no son viables, porque son letales para él, pero alguno le da ventaja y le hace proliferar mejor. Así es como se generan las variantes”. Pero ahora estaría ocurriendo lo contrario. ¿Por qué? “Porque la mutación ha ocurrido en una enzima que tiene que ver con la reparación de los errores y la supervivencia del virus”.

¿Qué implica esto? ¿El virus (esa variante) deja de replicarse y se extingue automáticamente?

El virus genera su propia ‘autovacuna’ 

No. Si ocurre esto -lo que se supone que habría ocurrido con delta en Japón-, no significa que el virus se extinga completamente, de la noche a la mañana, ni que delta deje de replicarse, sino que el propio virus comienza a ayudar al sistema inmunológico a combatirle mejor. 

“Estaría produciendo muchos virus que no se replican bien, y eso estimula al sistema inmune. No es que todos los ‘virus hijos’ tengan mutaciones letales, sino que hay más proporción de esas mutaciones letales, y el sistema inmune las combate mejor”. 

Es decir, si al replicarse el virus va contra sí mismo, se lo pone en bandeja al sistema inmune. “Produce muchas partículas inactivas que ayudan al sistema inmunitario a reconocerlo más rápidamente. Si esas partículas, cuando salen a actuar, no funcionan bien, hay muchos virus que no funcionan, que no entran en la célula. Eso hace que el sistema inmune vea que hay algo que tiene que eliminar. Y lo elimina”. 

Bautista lo explica de forma muy clara: “Sería una especie de autovacuna que se da el propio virus”. 

Pero esto no es todo. Además, en paralelo a eso, “como hay partículas que se replican mal, el virus está ralentizando también su capacidad de infección”. Y todo ello, junto, hace que se encamine hacia su desaparición. Porque “el sistema inmune tiene más tiempo para actuar y más fotos del asesino, lo localiza más rápidamente”, resume Bautista muy gráficamente. 

Autoextinción y comportamiento social

Esto es lo que puede haber ocurrido en Japón. Pero no sólo. Porque Bautista tiene claro, también, que el comportamiento social habría jugado un papel igual de importante (o más) en esa reciente caída en picado de los casos de covid en el país asiático.

“Que se extinga un organismo tiene que ver no solo con lo que el adquiere, sino con el entorno. Yo pienso que lo ocurrido tiene que ver también con las medidas que se han tomado. La lección que aprendemos con esto es que los casos de covid pueden desaparecer muy rápido gracias a tomar medidas, pero también a que se produzcan mutaciones que no se adaptan bien a esas medidas”. 

En ese sentido, el científico apunta que, si esa misma variante con esas mismas mutaciones llegara a otro lugar con distinto comportamiento social y distintas medidas de protección (o con ninguna), podría ocurrir que ahí funcionara perfectamente.

Además, insiste en que la “autoextinción” de la variante ha de ser confirmado todavía, y que es pronto para saber si realmente ha ocurrido un proceso como el que hemos explicado. Un proceso que tiene mucho que ver con la mutagénesis letal de la que hablaba en Nius, el virólogo Esteban Domingo. 

Preguntado al respecto sobre lo ocurrido en Japón, Domingo es muy cauteloso. “Se debe esperar a tener datos concretos (no vale solamente contar mutaciones) que confirmen (o al menos refuercen) el modelo de "autodestrucción" que proponen. Si fuera cierto, sería una especie de mutagénesis letal natural”.

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