BARCELONA.- Para Ellos, los que de verdad mandan, los seres humanos somos una plaga sobre la faz de la Tierra. Sucinto recordatorio. Algunos de ellos, genuino poder y títeres varios: florilegio. El recién fallecido duque de Edimburgo, cofundador del Fondo Mundial para la Naturaleza, esposo de la satánica y diabólica Isabel II y cofundador del Fondo Mundial para la Naturaleza, según recogen Alerta Digital y Noticiero Universal.
“Si pudiera reencarnarme, me gustaría volver como un virus mortal con el fin de contribuir a resolver la superpoblación”. Futuro del planeta: tiranía planetaría, ora ultracapitalista ora maoísta, y habitada por escasos humanos definitivamente abusados y subyugados y transhumanizados. Y las especies dominantes: robots, animales y plantas.
Más genocidas
El turbio Ezekiel Emanuel, exasesor de “salud” del pésimo Barack Obama y uno de los fautores del deplorable y comunistoide Obamacare: “La sociedad sería mucho mejor si las personas no tratasen de vivir más allá de los 75 años. Es ineficiente desperdiciar recursos médicos en aquellos que no pueden tener una alta calidad de vida”. La asesora de Hillary Clinton Nina Fedoroff: “Debemos seguir disminuyendo la tasa de crecimiento de la población mundial. El planeta no puede soportar mucha más gente”.
Exasesor científico de George W. Bush, Paul Ehrlich: “La solución fundamental es la reducción de la escala de las actividades humanas, incluso el tamaño de la población, manteniendo su capacidad de consumo de recursos dentro de la capacidad de carga que tiene la Tierra. Nadie, en mi opinión, tiene derecho a tener 12 hijos o incluso tres, a menos que el segundo embarazo sea de gemelos”.
Por otra parte, el exviceprimer ministro de Japón, Taro Aso, hablando sobre los pacientes con enfermedades graves, aseveraba que “no se puede dormir bien cuando se piensa que todo está pagado por el gobierno. Esto no se resolverá a menos que les demos prisas por morir”. Ya saben, los ancianos viven demasiado, funesta Lagarde dixit. Qué decir de nuestro gerontocidio (ningún virus de por medio), por acción y omisión, de hace año y medio mientras fuimos secuestrados domiciliariamente. Y memento, decisivo, siempre, el genocida Jacques Attali.
Los “vacunados” vivirán, como mucho, diez años más
El genocida californiano, dizque médico, Mylo Canderian comparte con Steven Fishman la pasión por el mismo plato exótico que se sirve en L’emince de Veau, Ginebra, ciudad masónica por antonomasia: Sopa de colibrí seguida de lengua de alce. Ambos veneran al chef Gaston Sere de Rivieres, genio culinario, dizque. Sobremesa en un reservado de tal y predilecto restaurante de las élites que anhelan el exterminio de la Humanidad.
Steven pregunta a Mylo, sobre el tecno veneno transgénico: “¿Cómo pueden los “vacunados” saber con certeza cuánto tiempo les queda de vida una vez que han sido pinchados?” Me presentó la información, llamada ‘Fórmula de fin de ciclo’. Me explicó lo fácil que es calcularla. El poder de la simplicidad. Hay un ciclo máximo de diez años desde la inyección hasta el Fin de Ciclo. Y es extremadamente fácil de determinar”. Y dato clave: el ya senil y octogenario Canderian desarrolló la patente del óxido de grafeno para ser utilizado como arma biológica de control mental.
“Cuantas más inyecciones reciban los imbéciles, antes serán abono”
“Cualquier hematólogo puede verlo en cuestión de segundos bajo un microscopio, y aún más fácilmente bajo un microscopio electrónico. El porcentaje de sangre contaminada por o con óxido de grafeno es la ´reciprocidad` del cálculo del fin de ciclo. En otras palabras, un “inoculado” (como Canderian denomina a cualquier persona chutada con el arma combinada biológica de uso experimental de exterminadora despoblación mundial) que tenga un 20% de deterioro de óxido de grafeno en su sangre vivirá, salvo cualquier otro criterio de entrada, 8 años. (10 años menos el 20%). Alguien con un 70% de deterioro de óxido de grafeno no vivirá más de 3 años (10 años menos el 70%)”
Steven repregunta. “Qué efecto tienen los segundos y terceros pinchazos y los boosters (refuerzos) y cómo eso cambia la situación de Fin de Ciclo”. Mylo respondió, sin inmutarse: “Todo se puede medir mediante pruebas hematológicas. Cuantas más inyecciones y refuerzos reciban los imbéciles, peor se verá su sangre bajo el microscopio y más rápido se convertirán en abono”.
El óxido de grafeno, recordatorio, es el componente de la proteína de la espiga de ARN mensajero y de los priones, atacando el corazón, los pulmones, el cerebro y la sangre por el oxígeno de los “vacunados” covid. El óxido de grafeno, también, deviene “esponja” de oxígeno que priva al cuerpo del oxígeno necesario, originando multitud de complicaciones, entre las que se encuentran el shock anafiláctico, la coagulación tóxica de la sangre, la parálisis pulmonar mortal, el cáncer mitocondrial y el cáncer endotelial. Y serán ustedes los que lleguen a la conclusión de si el óxido de grafeno se halla vinculado a la letal (para la libertad y la salud) tecnología 5-G.
El genocida Mylo Canderian
El punto de vista del dizque doctor Mylo Canderian es idéntico, por ejemplo, al de Klaus Schwab, Bill Gates, George Soros y los grandes edecanes de las mafiosas farmacéuticas, Black Rock y Vanguard mediante: ¡QUE SE MUERAN TODOS! Estima que el 95% de la población mundial son “consumidores inútiles que deben ser sacrificados como perros rabiosos, deben ser eutanasiados lo antes posible”.
Grosso modo, Canderian es un genocida globalista, colaborador médico de la Organización Mafiosa de la Salud, muy partidario del citado Schwab y de su Gran Reinicio (” no tendrás nada y será feliz, Agenda 2030 mediante), Y, sobre todo, Canderian sigue milimétricamente los diez preceptos (unos nuevos Diez Mandamientos) de las Piedras Guías de Georgia, del que apenas se habla, exponiendo literalmente: “No seas un Cáncer sobre la Tierra. Deja Espacio para la Naturaleza”. Ya saben sus ideales y esclavizados 500 millones de habitantes.
La “vacuna” pondrá fin a la Humanidad
Candarian a nadie engaña. Está absolutamente convencido de que la “vacuna” pondrá fin al “cáncer humano sobre la Tierra”. Y carece masónicas dudas: ardiente partidario del “luminoso” Deber y la Obligación de la Gran Masonería de librar al mundo de la “Plaga de la Humanidad”.
Y postrero instante de la esclarecedora y refulgente y “luminosa” sobremesa. “¿Cómo es posible que un grupo de élites mantenga en secreto el complot para matar a tantos miles de millones de personas?” Su respuesta, rotunda, inequívoca, reveladora: “No sabes mucho sobre la masonería, ¿verdad, Steve? Pues eso.
Steven Fishman, absolutamente creíble
¿Tuvo lugar está conversación? Solo sé que en el pasado, mediato e inmediato, mi admirado Steven Fishman ha proporcionado información privilegiada creíble. Muy creíble. Información que se cumplió al pie de la letra. En fin.
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