"Hoy os digo que los retos y desafíos que tenemos por delante son reales, muchos y muy difíciles. No será fácil de cumplirlos a corto plazo. Pero sé algo, América: serán cumplidos", afirmó Obama en las escalinatas del Capitolio tras jurar su cargo.
Por un lado, el nuevo presidente ha mencionado el trabajo que queda por hacer frente a la crisis económica sin precedentes que vive el país y, por otro, las dos guerras en las que está embarcado en Irak y Afganistán. "Que estamos actualmente en medio de una crisis es bien sabido" así como que "nuestra nación está en guerra contra una red de gran alcance de violencia y odio", aseveró Obama.
Según el mandatario, la economía estadounidense "se ha debilitado como consecuencia de la avaricia y la irresponsabilidad por parte de algunos, pero también por nuestro error colectivo de no tomar decisiones duras y preparar al país para una nueva era".
Así, Obama repitió durante su discurso una idea que venía mencionando con insistencia en las últimas semanas, que el trabajo que queda por delante para "reconstruir Estados Unidos" es muy grande, por lo que ha invitado a todo el país a aportar su granito de arena.
"El estado de nuestra economía nos recuerda que tenemos que actuar ya, de forma audaz y rápida, no sólo para crear nuevos puestos de trabajo sino para sentar las bases de un nuevo crecimiento", añadió, prometiendo que el nuevo Gobierno "construirá carreteras y puentes, redes eléctricas y líneas digitales".
En este sentido, incidió en que la cuestión actual "no es si el mercado es una fuerza buena o mala", pero, afirmó, "la crisis actual nos ha recordado que si no lo seguimos con ojos atentos, el mercado puede descontrolarse y que un país no puede prosperar cuando favorece sólo a los prósperos".
"El éxito de nuestra economía siempre ha dependido no sólo del tamaño de nuestro PIB, sino del alcance de nuestra prosperidad, de nuestra capacidad de extender las oportunidades a todo corazón dispuesto, no por caridad, sino porque es el camino más seguro hacia nuestro bien común", resaltó.
Asimismo, se comprometió a trabajar para reducir los costes de la sanidad y mejorar la educación para que cumpla con "las demandas de la nueva era" y dijo que Estados Unidos "aprovechará el sol, el viento y la tierra para alimentar" sus coches y hacer funcionar sus fábricas.
El nuevo mandatario también se ha dirigido al mundo para ofrecer una nueva forma de entender las relaciones internacionales: "A todos los otros pueblos y gobiernos que nos están viendo hoy, desde las capitales más grandes hasta la pequeña localidad donde nació mi padre: sabed que América es amigo de todos los países y todos los hombres, mujeres y niños que buscan un futuro de paz y dignidad, y que estamos dispuestos a liderar una vez más".
Según Obama, el fascismo y el comunismo se derrotaron "no sólo con misiles y tanques, sino con alianzas sólidas y convicciones duraderas". Las generaciones anteriores "entendieron que nuestro poder solo no puede protegernos, ni nos permite actuar como queremos", destacó. Si seguimos estos principios, dijo, "podremos abordar las nuevas amenazas".
En este sentido, aseguró que "comenzaremos a dejar responsablemente Irak a su pueblo, y a forjar una paz duramente ganada en Afganistán". Asimismo, dijo, "con nuestros viejos amigos y antiguos enemigos, trabajaremos sin descanso para aliviar la amenaza nuclear y reducir el espectro de un planeta con calentamiento".
Pero Obama también envió un mensaje "claro y contundente" a los enemigos de Estados Unidos. "No vamos a pedir disculpas por nuestra forma de vida ni a titubear con nuestra defensa, y para los que quieran lograr sus objetivos induciendo al terror y asustando a inocentes, que sepan que nuestra determinación es más fuerte", aseguró. "Nuestros espíritu es fuerte y no puede ser roto. No podréis vencernos, nosotros os derrotaremos", advirtió.
No obstante, tras resaltar que Estados Unidos es un país de "cristianos y musulmanes, judíos e hindúes, y de ateos", el nuevo presidente quiso lanzar un mensaje conciliador, sobre todo a los países musulmanes. "Al mundo musulmán (le digo), buscamos un nuevo camino, basado en el interés y el respeto mutuo", agregó.
"A aquellos líderes en todo el planeta que buscan sembrar conflicto o responsabilizar de los males de su sociedad a Occidente (les digo): sabed que vuestro pueblo os juzgará por lo que podéis construir, no por lo que destruís", añadió.
Asimismo, advirtió a "aquellos que se aferran al poder a través de la corrupción y el engaño y que silencian a los disidentes" de que están "del lado equivocado de la historia", pero agregó que Estados Unidos les "tenderá una mano" si ellos están dispuestos a abrir su "puño".
Por último, reconoció que en muchos rincones del país se teme una "declive inevitable" del papel de Estados Unidos en el mundo, aunque acto seguido mostró confiado en que los estadounidense podrán recuperar el lugar que les corresponde.
"Todos somos iguales, todos somos libres y todos tenemos derecho a una oportunidad para encontrar el camino que nos lleve a la felicidad", añadió Obama, quien en varias ocasiones fue interrumpido por los aplausos del público.
En este sentido, recordó a todos los que han conseguido "la grandeza de nuestra nación", una grandeza, subrayó, "que no es un regalo" y subrayó que "cruzaron océanos", se establecieron en el oeste, "lucharon y murieron" en guerras, trabajaron sin descanso porque "vieron América como algo mayor que la suma de de nuestras ambiciones individuales".
Por ello, instó a seguir "ese camino" y, dijo: "A partir de hoy, debemos levantarnos, sacudirnos el polvo, y comenzar de nuevo el trabajo de reconstruir América".
Jura del cargo
Obama prestó juramento de su cargo como presidente número 44 de Estados Unidos poco después de las 12:05 (18:05 hora española) en el marco de los actos que se están llevando a cabo en las escalinatas del Capitolio.
"Yo, Barack Husein Obama, juro solemnemente cumplir con fidelidad el cargo de presidente de los Estados Unidos de América, y hacer todo lo que esté a mi alcance para preservar, proteger y defender la Constitución de los Estados Unidos de América. Con la ayuda de Dios", ha afirmado.
El nuevo presidente de Estados Unidos ha jurado su cargo ante el presidente de la Corte Suprema de Justicia, el magistrado John Roberts, con la mano derecha en alto y la izquierda posada sobre la misma Biblia que utilizó Abraham Lincoln en 1861.
Se trata de un ejemplar de las Sagradas Escrituras de quince centímetros de alto por diez de ancho, encuadernado en terciopelo púrpura y reforzada con bordes metálicos bañados en oro, que desde hace años permanece en la división de Libros Raros y Colecciones Especiales de la Biblioteca del Congreso.
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