MANILA.- Los siete participantes que quedan en liza en la Volvo Ocean Race afrontan un duro temporal en pleno mar de China, cuando asoman las proas por detrás del extremo norte de la isla de Luzón (Filipinas), hacia donde navegaron tras haber salido hace ocho días de Singapur. Muchas roturas y averías han introducido grandes dosis de incertidumbre en casi todas las embrcaciones participantes.
La previsión de mal tiempo, anunciada con suficiente antelación, llevó a la organización a establecer una baliza de paso en el islote de South Rock Light, precisamente para obligar a la flota de veleros Open 70 a navegar hacia esta zona relativamente protegida cerca de la costa de la mayor de las islas del archipiélago filipino para luego enfrentarse al temporal con un ángulo más favorable respecto al viento de 50 nudos y las grandes olas de hasta 14 metros entre Luzón y Taiwán, en el mar de China meridional.
La maniobra de acercamiento a South Rock Light ha supuesto un gran éxito táctico para el Telefónica Negro (en la imagen), que pasó por ese waypoint en primera posición, con media hora de ventaja sobre el Puma estadounidense, según "La Vanguardia".
El barco español, patroneado por el campeón olímpico Fernando Echávarri, demostró la precisión en los cálculos de su veterano navegante Roger Nilson, quien disputa su octava vuelta al mundo en regata.
Tras el paso por la baliza, los siete barcos están distanciados por tan sólo 50 millas desde el primero al último. Tras el Telefónica Negro y el Puma, separados ahora mismo por menos de cinco millas, el Telefónica Azul es tercero; Delta Lloyd, cuarto; Ericsson 3, quinto; Ericsson 4, sexto y Green Dragon, séptimo.
El irlandés-chino Green Dragon, en el que navega Damian Foxall, ganador de la Barcelona World Race junto a Jean Pierre Dick, ha sufrido la rotura del stay (el cable que sujeta el palo desde proa) y aunque ha conseguido no desarbolar reforzando la jarcia con drizas, navega con prudencia y pensando más en conservarse íntegro ante lo que se avecina que en competir.
El Delta Lloyd holandés, patroneado por el gallego Roberto Bermúdez de Castro cuenta ahora entre sus tripulantes con los catalanes Guillermo Altadill y Àlex Pella, y la mayor compenetración entre los navegantes españoles ha mejorado las prestaciones del equipo, que es el último de la clasificación general tras las tres etapas disputadas, incluso por detrás del Team Russia, cuya falta de presupuesto le ha impedido seguir compitiendo a partir de Singapur.
El Ericsson 4 de Torben Grael, hasta ahora dominador de esta vuelta al mundo que se disputa por etapas y con tripulaciones completas a bordo de barcos Open 70, ha pagado su decisión táctica de navegar en este tramo muy por la derecha del recorrido desde Singapur hasta Light Rock, esperando una evolución meteorológca favorable que finalmente no se produjo.
Con todo, aún no hay nada decidido, ni para el primero ni para el penúltimo. El paso por South Rock Light no era puntuable para la clasificación y hasta llegar a Qingdao, sede de las pruebas de vela de los Juegos Olímpicos de Pekín'08 y meta de esta cuarta etapa de la VOR, aún pueden ocurrrir muchas cosas.
Desde antes de la salida de Singapur, todos los equipos han señalado el paso por Taiwan como la clave de la regata. Si se opta por navegar entre la isla y el continente, el viento podría no ser tan fuerte pero habría que vencer la intensa corriente contraria que circula por el estrecho de Taiwán.
Por fuera de la isla, en el mar de China oriental, la corriente es favorable pero el viento será fuerte y de proa y levantará mucha mar. A lo largo de las 2.500 millas que separan Singapur de Qingdao la previsión ya era navegar siempre de ceñida (contra el viento) y el temporal que ahora se abate sobre la zona no ha hecho más que agudizar las cosas.
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