domingo, 25 de enero de 2009

Las oportunidades de la economía valenciana superan a sus debilidades

VALENCIA.-Los más pesimistas dan un diagnóstico poco menos que negativo: "Falta de capacidades para ser competitivos". Pero la Comunidad Valenciana cuenta con muchas oportunidades que pueden convertirse en fortalezas con un mínimo esfuerzo. Es cuestión de desarrollarlas y de dirigir las inversiones a los objetivos adecuados. Cooperación empresarial, búsqueda de mercados emergentes, I+D, logística, comunicaciones, turismo e industria son algunos de los elementos con más posibilidad de desarrollo

Algunas fortalezas de la economía regional han caído o se han debilitado y otras permanecen. Pero, mientras que sus debilidades y amenazas permanecen, lo que de verdad destacan son las muchas oportunidades que se presentan a la economía valenciana, aun a pesar de la crisis. Así lo indican los expertos consultados por El Boletín para realizar un análisis DAFO de la Comunidad.

Lo que hasta hace poco era una fortaleza de la economía valenciana, el tirón de la construcción, se ha convertido en una debilidad por la excesiva dependencia de este sector. Y algunas amenazas acaban cumpliéndose, como el cambio de tendencia de ciclo económico. Crisis que algunos todavía ven como una oportunidad de salir fortalecido respecto a los competidores.

La situación económica ha dado al traste con el crecimiento (in)sostenido de los últimos años y ha acabado con algunos aspectos que representaban ventajas competitivas de la Comunidad. Tal es el caso del índice de crecimiento superior al de la media de la UE y España, el empuje de la demanda interna o la fortaleza de sectores como construcción e inmobiliaria y servicios. Hasta sectores muy relevantes como la cerámica, el turismo o el calzado se han visto afectados y el fuerte mercado laboral se ha convertido en una de las peores amenazas por la incesante destrucción de empleo.

Aunque algunos cambios son positivos, como el del modelo turístico, inmerso en un proceso de diversificación para superar el tradicional y obsoleto ´sol y playa´, hasta convertirse en una de las principales oportunidades de la economía local para salir adelante. Para Vicente Pallardó, director del Observatorio de Coyuntura Económica Internacional (OCEI), 2009 será clave para comprobar que el proceso se ha completado con éxito, debido a la intensidad de la crisis en los países de la UE más afectados y que son, precisamente, los mercados en los que confiaba el turismo valenciano.

La situación geoestratégica, el clima, la diversificación del modelo turístico y la capacidad de adaptación y espíritu emprendedor de muchas de sus empresas son las principales fortalezas de la Comunidad Valenciana. Sin olvidar la relevancia de un puerto como el de Valencia, la política de grandes eventos desarrollada por la Generalitat, la red de centros de investigación y la calidad de la formación universitaria y de posgrado.

De espaldas a la I+D

El tamaño de las empresas es para los expertos consultados una fortaleza y al mismo tiempo una debilidad de la economía valenciana. Juan Latorre, socio director de KPMG en Valencia, considera que para algunos sectores, el tamaño pequeño puede ser positivo para sobrevivir. Y Vicente Pallardó explica que las pymes innovadoras son más flexibles que las grandes empresas y se adaptan con mayor rapidez a los cambios.

No obstante, el tejido empresarial de la Comunidad no destaca precisamente por la generalización de la innovación. Ésta sigue siendo una asignatura pendiente. Y es que, además de las fortalezas y oportunidades de la economía valenciana, también se identifican sus principales debilidades y amenazas, entre las que destacan la excesiva dependencia del sector de la construcción, así como la intensificación de mano de obra en industria y servicios.


También la atomización del tejido empresarial, la escasa inversión en I+D, la insuficiente relación entre universidad y empresa o la falta de cultura de marca. Además de la necesidad de culminar las infraestructuras ferroviarias con la llegada de la alta velocidad también para el transporte de mercancías, de tal modo que la Comunidad Valenciana se consolide como un puente efectivo con Europa.

El sector servicios todavía adolece de excesiva mano de obra y mucha de ella no cuenta con la cualificación adecuada. Lo mismo sucede en la industria, que requiere de mayor inversión en I+D y en modernización de los procesos productivos si pretende coger el timón del crecimiento de la economía valenciana, en lugar de perder competitividad.

Las infraestructuras de transporte han mejorado mucho en los últimos años, pero todavía tienen que mejorar aún más. Sobre todo las ferroviarias, eje esencial para consolidar a la Comunidad como puerta de entrada del Mediterráneo (a través del puerto de Valencia) y puente de conexión con Europa por ferrocarril.

Las empresas exigen

Por ello, son muchas las grandes compañías que exigen, para seguir produciendo en la Comunitat, la ejecución de vías de ancho europeo para el transporte de mercancías y la inclusión de Valencia en el eje europeo de transporte ferroviario de mercancías.


Por el contrario, el impulso del Gobierno valenciano a la celebración de grandes eventos contribuyen enormemente al desarrollo de un modelo turístico en el que cada vez cobra mayor importancia la oferta cultural deportiva, de ocio o de congresos. Constituye una de las muchas oportunidades con que cuenta la Comunidad. Como también lo es la globalización, que hasta hace poco se veía más como una amenaza. Precisamente, la capacidad de las empresas valencianas para salir al exterior es una de sus fortalezas, y la apertura de nuevos mercados, una oportunidad que hay que aprovechar.

Los expertos coinciden en la importancia de desarrollar proyectos de cooperación empresarial, así como de trabajo en red o constitución de plataformas en mercados emergentes para hacer más competitivas a grandes y pequeñas empresas.

Sinergias de localización

Para ello, es necesario seguir impulsando las grandes áreas logísticas y aprovechar las sinergias de localización. Los clusters y los centros tecnológicos y de investigación se convertirán en una fortaleza si se continúan concentrando esfuerzos para ello. Y el sector biotecnológico, protagonista de un crecimiento notable, dará mucho que hablar.

El sistema universitario y de posgrado es bien valorado. Sin embargo, hay que acercarlo más a la empresa. El modo, enfocarlo a la eficiencia y la eficacia, destacan desde la Asociación de Empresarios Valencianos (AVE). Respecto a la situación de la Comunidad, consideran que hay muy buenas capacidades empresariales, pero que "hay que trabajarlas".

Como también hay que avanzar en la consecución de un lobby político efectivo para defender los intereses de los valencianos, y no en clave partidista, sino del interés general. Y es que, afirman, existe en esta comunidad mucha falta de concienciación de la sociedad civil respecto a los intereses comunes, algo que, de no cambiar, puede convertirse en una gran amenaza.

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