GINEBRA.- El escándalo por evasión fiscal que empaña las relaciones entre Alemania y Liechtenstein, podría alcanzar a otros países, entre éstos Gran Bretaña, Finlandia, Suecia y Noruega.
Alemania se preparaba para transmitir informaciones sobre evasores fiscales de otros países, recogidas gracias a un informante de Liechtenstein, que concierne no sólo a alemanes, confirmó este lunes en Berlín un portavoz del ministerio alemán de Finanzas.
El banco del Liechtenstein LGT Grupo admitió no sólo que los datos robados en 2002 por uno de sus empleados habían terminado en poder de las autoridades alemanas, sino que "al parecer, el material robado habría sido revelado ilegalmente a las autoridades" de otros países.
Las miradas se dirigían este lunes hacia Gran Bretaña, donde según el diario Financial Times (FT), unos 100 británicos de fortuna podrían haber disimulado su dinero en Liechtenstein, considerado un paraíso fiscal por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Un ex empleado del LGT, nacido en ese principado, Heinrich Kieber, según la identidad dada a conocer por el propio banco, vendió a los servicios secretos de Berlín por entre cuatro y cinco millones de euros informaciones sobre evasores fiscales alemanes clientes del citado banco.
Al parecer, las autoridades británicas podrían haber usado la misma treta para conocer la lista de sus evasores nacionales. En las últimas semanas, Gran Bretaña podría haber comprado, a cambio de 100.000 libras (133.000 euros) y al mismo informante, una lista de unos 100 nombres y apellidos de británicos. El fraude podría elevarse a 100 millones de libras (133 millones de euros), según Financial Times.
El banco LGT indicó que la lista de evasores contiene 1.400 apellidos, de los cuales 600 residen en Alemania, sospechosos de haber ocultado al fisco hasta 4.000 millones de euros, invertidos en fundaciones en Liechtenstein, donde los impuestos son mínimos.
Berlín podría haber recibido peticiones de información desde Finlandia, Suecia y Noruega, anticipaba este lunes el diario Handelsblatt. Sin citar a esos países, un portavoz del ministerio alemán de Finanzas confirmó este lunes que Alemania entregará información a esos Estados, con los cuales tiene un acuerdo jurídico.
El comisario europeo de Fiscalidad, Laszlo Kovacs, abogó el fin de semana en esa dirección, llamando a los estados de la Unión Europea (UE) a mejorar su cooperación en la lucha contra el fraude fiscal. "En el seno de la UE, necesitamos solidaridad. Es así como podremos ejercer la presión necesaria sobre otras plazas financieras", afirmó.
Si Liechtenstein no coopera para cambiar las "condiciones" que "invitan al fraude fiscal", es necesario estudiar "la posibilidad de complicar los movimientos de negocios con Liechtenstein para que no sea más atractivo hacer negocios" con el principado, amenazó el ministro alemán de Finanzas, Peer Steinbruck.
Liechtenstein, que no forma parte de la UE, podría ser sometido a una mayor presión si se confirma que otros países están involucrados en el escándalo por la evasión fiscal hacia Vaduz.
Alemania se preparaba para transmitir informaciones sobre evasores fiscales de otros países, recogidas gracias a un informante de Liechtenstein, que concierne no sólo a alemanes, confirmó este lunes en Berlín un portavoz del ministerio alemán de Finanzas.
El banco del Liechtenstein LGT Grupo admitió no sólo que los datos robados en 2002 por uno de sus empleados habían terminado en poder de las autoridades alemanas, sino que "al parecer, el material robado habría sido revelado ilegalmente a las autoridades" de otros países.
Las miradas se dirigían este lunes hacia Gran Bretaña, donde según el diario Financial Times (FT), unos 100 británicos de fortuna podrían haber disimulado su dinero en Liechtenstein, considerado un paraíso fiscal por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Un ex empleado del LGT, nacido en ese principado, Heinrich Kieber, según la identidad dada a conocer por el propio banco, vendió a los servicios secretos de Berlín por entre cuatro y cinco millones de euros informaciones sobre evasores fiscales alemanes clientes del citado banco.
Al parecer, las autoridades británicas podrían haber usado la misma treta para conocer la lista de sus evasores nacionales. En las últimas semanas, Gran Bretaña podría haber comprado, a cambio de 100.000 libras (133.000 euros) y al mismo informante, una lista de unos 100 nombres y apellidos de británicos. El fraude podría elevarse a 100 millones de libras (133 millones de euros), según Financial Times.
El banco LGT indicó que la lista de evasores contiene 1.400 apellidos, de los cuales 600 residen en Alemania, sospechosos de haber ocultado al fisco hasta 4.000 millones de euros, invertidos en fundaciones en Liechtenstein, donde los impuestos son mínimos.
Berlín podría haber recibido peticiones de información desde Finlandia, Suecia y Noruega, anticipaba este lunes el diario Handelsblatt. Sin citar a esos países, un portavoz del ministerio alemán de Finanzas confirmó este lunes que Alemania entregará información a esos Estados, con los cuales tiene un acuerdo jurídico.
El comisario europeo de Fiscalidad, Laszlo Kovacs, abogó el fin de semana en esa dirección, llamando a los estados de la Unión Europea (UE) a mejorar su cooperación en la lucha contra el fraude fiscal. "En el seno de la UE, necesitamos solidaridad. Es así como podremos ejercer la presión necesaria sobre otras plazas financieras", afirmó.
Si Liechtenstein no coopera para cambiar las "condiciones" que "invitan al fraude fiscal", es necesario estudiar "la posibilidad de complicar los movimientos de negocios con Liechtenstein para que no sea más atractivo hacer negocios" con el principado, amenazó el ministro alemán de Finanzas, Peer Steinbruck.
Liechtenstein, que no forma parte de la UE, podría ser sometido a una mayor presión si se confirma que otros países están involucrados en el escándalo por la evasión fiscal hacia Vaduz.
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