Algunos periódicos del domingo publicaban sondeos tratando de avizorar lo que serán los resultados electorales del 9 de marzo.
Todos coinciden: ganarán los socialistas (si no se produce una hecatombe o si no se está dando una masiva ocultación de voto, cosas ambas que están dentro de lo menos probable). Sin embargo, los datos varían notablemente de sondeo a sondeo.
Las hipótesis de unos u otros trabajos varían desde quienes conceden apenas dos escaños de diferencia favorable al PSOE (162 frente a 160) hasta los que pronostican una distancia mucho mayor a favor de los socialistas: 165 frente a 152 escaños, es decir, casi-casi como el 14 de marzo de 2004.
Lo curioso es comprobar que, pese a las críticas ciudadanas y mediáticas dirigidas contra toda la clase política, aumenta el apoyo hacia los dos grandes partidos nacionales, aunque en mayor medida hacia el PP, que, si la campaña se prolongase un par de meses más, da la impresión de que podría alcanzar y hasta sobrepasar en intención de voto a los socialistas.
Pero lo cierto es que solamente quedan tres semanas, y ahora, en cualquier caso, son varias las conclusiones a sacar de casi todos los sondeos que se publican estos días:
* Solamente algún acontecimiento extraordinario y, por tanto, ya digo que en principio poco probable, en política o en economía daría la vuelta a las previsiones unánimes de los sondeos en el sentido de que ganará ZP.
* Un dato significativo es la abrumadora mayoría en las encuestas de quienes creen que ganará el PSOE, independiente de hacia dónde vaya el encuestado a orientar su voto.
* Los nacionalistas descienden algo, aunque no tan significativamente como algunos predican o quisieran. La independentista Esquerra Republicana de Catalunya sí ve disminuído sensiblemente el apoyo del electorado, cuya valoración por este partido ha decrecido en nada menos que un 41% (aunque también baja la valoración ciudadana de todos los restantes partidos: un 6% la del PSOE; un 24% la del PP; un 10% la de IU y hasta un 40% la del PNV ‘post Imaz’).
* Izquierda Unida, la formación más castigada por el sistema electoral, también desciende algo, aunque poco, sin que de ello pueda deducirse que España es un país bipartidista: entre 26 y 30 escaños irán a parar a formaciones ‘menores’ o nacionalistas, y esos escaños pueden ser decisivos en el caso, casi seguro, de que el ganador necesite apoyos para gobernar.
* Sin embargo, las alianzas con los nacionalistas parecen ser la opción que menos gusta. Una interpretación posible es que la ciudadanía está invitando a socialistas y populares a llegar a acuerdos poselectorales en determinadas cuestiones clave de Estado. Así lo dice, al menos, uno de los sondeos publicado este domingo, el de ‘La Vanguardia’: el 36% quiere pactos entre PSOE y PP, el 33% del PSOE con IU, el 10% favorecería un pacto entre ‘PSOE y nacionalistas moderados’, y apenas un 8% quisiera pactos entre ‘PP y nacionalistas moderados’. ¿Tendrán este dato en cuenta los dos ‘grandes’, que hoy niegan un posible acuerdo entre ellos?
* No hay optimismo económico ni político, aunque los españoles están bastante satisfechos de su situación actual. Parece percibirse que los electores piensan que los tiempos que vienen serán más difíciles.
* En general, los resultados de los sondeos son ‘templados’, lejanos a la crispación que se supone en el ruedo político y mediático.
Ya se ve, pues, que hay conclusiones importantes que sacar de los sondeos. Otra cosa será, claro es, que las dos grandes formaciones políticas quieran sacarlas. Pero los datos, los datos de los que se dispone, son los que aquí se han expuesto, y no otros.
Todos coinciden: ganarán los socialistas (si no se produce una hecatombe o si no se está dando una masiva ocultación de voto, cosas ambas que están dentro de lo menos probable). Sin embargo, los datos varían notablemente de sondeo a sondeo.
Las hipótesis de unos u otros trabajos varían desde quienes conceden apenas dos escaños de diferencia favorable al PSOE (162 frente a 160) hasta los que pronostican una distancia mucho mayor a favor de los socialistas: 165 frente a 152 escaños, es decir, casi-casi como el 14 de marzo de 2004.
Lo curioso es comprobar que, pese a las críticas ciudadanas y mediáticas dirigidas contra toda la clase política, aumenta el apoyo hacia los dos grandes partidos nacionales, aunque en mayor medida hacia el PP, que, si la campaña se prolongase un par de meses más, da la impresión de que podría alcanzar y hasta sobrepasar en intención de voto a los socialistas.
Pero lo cierto es que solamente quedan tres semanas, y ahora, en cualquier caso, son varias las conclusiones a sacar de casi todos los sondeos que se publican estos días:
* Solamente algún acontecimiento extraordinario y, por tanto, ya digo que en principio poco probable, en política o en economía daría la vuelta a las previsiones unánimes de los sondeos en el sentido de que ganará ZP.
* Un dato significativo es la abrumadora mayoría en las encuestas de quienes creen que ganará el PSOE, independiente de hacia dónde vaya el encuestado a orientar su voto.
* Los nacionalistas descienden algo, aunque no tan significativamente como algunos predican o quisieran. La independentista Esquerra Republicana de Catalunya sí ve disminuído sensiblemente el apoyo del electorado, cuya valoración por este partido ha decrecido en nada menos que un 41% (aunque también baja la valoración ciudadana de todos los restantes partidos: un 6% la del PSOE; un 24% la del PP; un 10% la de IU y hasta un 40% la del PNV ‘post Imaz’).
* Izquierda Unida, la formación más castigada por el sistema electoral, también desciende algo, aunque poco, sin que de ello pueda deducirse que España es un país bipartidista: entre 26 y 30 escaños irán a parar a formaciones ‘menores’ o nacionalistas, y esos escaños pueden ser decisivos en el caso, casi seguro, de que el ganador necesite apoyos para gobernar.
* Sin embargo, las alianzas con los nacionalistas parecen ser la opción que menos gusta. Una interpretación posible es que la ciudadanía está invitando a socialistas y populares a llegar a acuerdos poselectorales en determinadas cuestiones clave de Estado. Así lo dice, al menos, uno de los sondeos publicado este domingo, el de ‘La Vanguardia’: el 36% quiere pactos entre PSOE y PP, el 33% del PSOE con IU, el 10% favorecería un pacto entre ‘PSOE y nacionalistas moderados’, y apenas un 8% quisiera pactos entre ‘PP y nacionalistas moderados’. ¿Tendrán este dato en cuenta los dos ‘grandes’, que hoy niegan un posible acuerdo entre ellos?
* No hay optimismo económico ni político, aunque los españoles están bastante satisfechos de su situación actual. Parece percibirse que los electores piensan que los tiempos que vienen serán más difíciles.
* En general, los resultados de los sondeos son ‘templados’, lejanos a la crispación que se supone en el ruedo político y mediático.
Ya se ve, pues, que hay conclusiones importantes que sacar de los sondeos. Otra cosa será, claro es, que las dos grandes formaciones políticas quieran sacarlas. Pero los datos, los datos de los que se dispone, son los que aquí se han expuesto, y no otros.
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