VALENCIA.- Las cinco principales entidades financieras con sede central en la Comunidad (Bancaja, CAM, Banco de Valencia, Cajas Rurales y Caixa Ontinyent) exhibieron el pasado año su fortaleza, a pesar de la delicada coyuntura por la que atraviesa el sector desde el pasado mes de agosto, cuando estalló la crisis de las hipotecas «subprime» en Estados Unidos, según recoge "Abc".
De acuerdo con los balances facilitados, las entidades valencianas lograron en 2007 un beneficio conjunto superior a los 1.146 millones de euros, lo que representa un incremento medio del 19% en relación al ejercicio anterior.
La entidad crediticia Bancaja encabezó la lista de ganancias netas (491,2 millones de euros), seguida de la CAM (385,7 millones), el Banco de Valencia (135,8 millones) y la Federación de Cajas Rurales (127 millones). A enorme distancia quedó Caixa Ontinyent, con un beneficio de 6,5 millones de euros.
Los datos depositados ante los organismos supervisores reflejan la salud financiera de estas entidades que, al menos en apariencia, han quedado al margen de la profunda crisis de liquidez en los mercados internacionales.
Con todo, la subida de los tipos de interés, unido al cambio de ciclo en el sector inmobiliario, han disparado los índices de morosidad.
En el caso del Banco de Valencia, se registró la tasa más elevada de los últimos quince años, en una evolución similar a la de Bancaja y las Cajas Rurales. El problema se concentró, de forma mayoritaria, entre los clientes particulares, hipotecas y préstamos al consumo.
Frenazo a los créditos
Por el contrario, las empresas, salvo excepciones flagrantes como la de la promotora inmobiliaria Llanera, todavía no figuran en los principales registros de los impagados bancarios. En cambio, Caja Mediterráneo (CAM) declaró un índice de morosidad históricamente bajo.
En este sentido, el actual ejercicio ha arrancado con una ralentización «deliberada» de las inversiones crediticias por parte de las entidades financieras valencianas, en línea con el conjunto del sector, que acentúa la tendencia ya iniciada en los últimos meses de 2007.
Esta situación -que se compensa en parte con importantes ofertas de rentabilidad para captar depósitos entre los clientes- incide especialmente en el sector empresarial de la Comunidad, que requiere de los préstamos bancarios para acometer nuevos proyectos de crecimiento.
En esta línea, la patronal valenciana espera que tras la presentación de resultados de las principales entidades financieras españolas se despeje el panorama y las relaciones vuelvan a su camino habitual, marcado por un clima de confianza mutua.
Así lo declaró el presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), José Vicente González, en una entrevista concedida a "Abc", lo que refleja el clamor del tejido económico local, en un momento marcado por la desaceleración de sus negocios.
Con todo, a pesar del freno registrado en la inversión crediticia, las entidades que operan en la Comunidad acumulaban al cierre del pasado año más de 174.752 millones de euros en préstamos. Esta cifra representa un crecimiento del 18,18% respecto a 2006. La clasificación del volumen de créditos por entidades es similar a la de las ganancias obtenidas.
Estrategias ante 2008
Tras un año, como 2007, caracterizado por fuertes incrementos en el volumen de negocio, las entidades valencianas han coincidido en pronosticar un ejercicio «menos bueno» donde la coyuntura económica impedirá mantener los fuertes niveles de crecimiento.
En esta línea, las cajas de ahorros apuestan por recurrir a las vías típicas del negocio, aunque las dos grandes del sector -Bancaja y CAM- guardan en la recámara sendos ases que cambiarán la evolución futura de las instituciones que presiden José Luis Olivas y Vicente Sala, respectivamente.
En el caso de Bancaja, está pendiente la salida a Bolsa del holding que agrupa sus principales empresas cotizadas, mientras la CAM prevé también la emisión de cuotas participativas en el parqué.
De acuerdo con los balances facilitados, las entidades valencianas lograron en 2007 un beneficio conjunto superior a los 1.146 millones de euros, lo que representa un incremento medio del 19% en relación al ejercicio anterior.
La entidad crediticia Bancaja encabezó la lista de ganancias netas (491,2 millones de euros), seguida de la CAM (385,7 millones), el Banco de Valencia (135,8 millones) y la Federación de Cajas Rurales (127 millones). A enorme distancia quedó Caixa Ontinyent, con un beneficio de 6,5 millones de euros.
Los datos depositados ante los organismos supervisores reflejan la salud financiera de estas entidades que, al menos en apariencia, han quedado al margen de la profunda crisis de liquidez en los mercados internacionales.
Con todo, la subida de los tipos de interés, unido al cambio de ciclo en el sector inmobiliario, han disparado los índices de morosidad.
En el caso del Banco de Valencia, se registró la tasa más elevada de los últimos quince años, en una evolución similar a la de Bancaja y las Cajas Rurales. El problema se concentró, de forma mayoritaria, entre los clientes particulares, hipotecas y préstamos al consumo.
Frenazo a los créditos
Por el contrario, las empresas, salvo excepciones flagrantes como la de la promotora inmobiliaria Llanera, todavía no figuran en los principales registros de los impagados bancarios. En cambio, Caja Mediterráneo (CAM) declaró un índice de morosidad históricamente bajo.
En este sentido, el actual ejercicio ha arrancado con una ralentización «deliberada» de las inversiones crediticias por parte de las entidades financieras valencianas, en línea con el conjunto del sector, que acentúa la tendencia ya iniciada en los últimos meses de 2007.
Esta situación -que se compensa en parte con importantes ofertas de rentabilidad para captar depósitos entre los clientes- incide especialmente en el sector empresarial de la Comunidad, que requiere de los préstamos bancarios para acometer nuevos proyectos de crecimiento.
En esta línea, la patronal valenciana espera que tras la presentación de resultados de las principales entidades financieras españolas se despeje el panorama y las relaciones vuelvan a su camino habitual, marcado por un clima de confianza mutua.
Así lo declaró el presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), José Vicente González, en una entrevista concedida a "Abc", lo que refleja el clamor del tejido económico local, en un momento marcado por la desaceleración de sus negocios.
Con todo, a pesar del freno registrado en la inversión crediticia, las entidades que operan en la Comunidad acumulaban al cierre del pasado año más de 174.752 millones de euros en préstamos. Esta cifra representa un crecimiento del 18,18% respecto a 2006. La clasificación del volumen de créditos por entidades es similar a la de las ganancias obtenidas.
Estrategias ante 2008
Tras un año, como 2007, caracterizado por fuertes incrementos en el volumen de negocio, las entidades valencianas han coincidido en pronosticar un ejercicio «menos bueno» donde la coyuntura económica impedirá mantener los fuertes niveles de crecimiento.
En esta línea, las cajas de ahorros apuestan por recurrir a las vías típicas del negocio, aunque las dos grandes del sector -Bancaja y CAM- guardan en la recámara sendos ases que cambiarán la evolución futura de las instituciones que presiden José Luis Olivas y Vicente Sala, respectivamente.
En el caso de Bancaja, está pendiente la salida a Bolsa del holding que agrupa sus principales empresas cotizadas, mientras la CAM prevé también la emisión de cuotas participativas en el parqué.
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