LONDRES.- La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings pronostica que un deterioro continuado del mercado de la vivienda en España, Irlanda y Reino Unido supondrá en 2008 una presión sobre determinadas entidades de préstamos hipotecarios por lo que "no pueden descartarse acciones selectivas sobre algunos emisores específicos".
Las pérdidas de los bancos probablemente se incrementarán desde una posición de "insostenible fortaleza", aunque Fitch considera que estas dificultades para las entidades deberían ser contenidas.
En general, la agencia opina que las hipotecas residenciales tienen un bajo riesgo porque están soportadas por una base fragmentada de clientes, cuentan con una elevada calidad de los colaterales, así como positivas tendencias demográficas.
Asimismo, Fitch indica que las entidades financieras de los tres países se han beneficiado del buen ritmo de crecimiento de la economía y los créditos, así como de un bajo nivel de morosidad en los préstamos.
No obstante, la agencia apunta que las entidades han relajado en diferentes grados algunos de sus criterios para la concesión de préstamos y subraya que desde agosto de 2007 el encarecimiento y la mayor dificultad de la financiación ha puesto freno al "apetito de expansión" de las entidades, coincidiendo con un debilitamiento de los precios de la vivienda.
"En el corto plazo, el crecimiento económico en los tres países puede verse más apagado", señala la agencia de calificación crediticia.
En concreto, Fitch apunta que en España, los bancos han incrementado significativamente su exposición al sector inmobiliario en los cinco últimos años, aumentando su vulnerabilidad a la ralentización del sector.
Sin embargo, la agencia considera que las entidades pueden encontrar acomodo gracias a sus sólidos fundamentales, respaldados por la fortaleza de sus redes de oficinas comerciales, sus buenos ingresos y eficiencia de costes, así como la sana calidad de sus activos y sólida gestión del riesgo.
No obstante, Fitch observa una mayor presión sobre el 'rating' de algunas cajas de ahorro españolas que sobre los bancos más grandes y más diversificados.
"No pueden descartarse acciones negativas selectivas sobre aquellas instituciones más débiles y más expuestas en el caso de que la ralentización del sector inmobiliario sea más severa y si se prolonga la escasez en los mercados de capitales", afirma Cristina Torrella, directora de Fitch Financial Institutions en Barcelona.
"Estas acciones probablemente se ceñirán a aquellas entidades que han mostrado un crecimiento por encima de la media de los préstamos a los promotores inmobiliarios en los últimos años y/o cuentan con elevadas concentraciones de riesgo".
Las pérdidas de los bancos probablemente se incrementarán desde una posición de "insostenible fortaleza", aunque Fitch considera que estas dificultades para las entidades deberían ser contenidas.
En general, la agencia opina que las hipotecas residenciales tienen un bajo riesgo porque están soportadas por una base fragmentada de clientes, cuentan con una elevada calidad de los colaterales, así como positivas tendencias demográficas.
Asimismo, Fitch indica que las entidades financieras de los tres países se han beneficiado del buen ritmo de crecimiento de la economía y los créditos, así como de un bajo nivel de morosidad en los préstamos.
No obstante, la agencia apunta que las entidades han relajado en diferentes grados algunos de sus criterios para la concesión de préstamos y subraya que desde agosto de 2007 el encarecimiento y la mayor dificultad de la financiación ha puesto freno al "apetito de expansión" de las entidades, coincidiendo con un debilitamiento de los precios de la vivienda.
"En el corto plazo, el crecimiento económico en los tres países puede verse más apagado", señala la agencia de calificación crediticia.
En concreto, Fitch apunta que en España, los bancos han incrementado significativamente su exposición al sector inmobiliario en los cinco últimos años, aumentando su vulnerabilidad a la ralentización del sector.
Sin embargo, la agencia considera que las entidades pueden encontrar acomodo gracias a sus sólidos fundamentales, respaldados por la fortaleza de sus redes de oficinas comerciales, sus buenos ingresos y eficiencia de costes, así como la sana calidad de sus activos y sólida gestión del riesgo.
No obstante, Fitch observa una mayor presión sobre el 'rating' de algunas cajas de ahorro españolas que sobre los bancos más grandes y más diversificados.
"No pueden descartarse acciones negativas selectivas sobre aquellas instituciones más débiles y más expuestas en el caso de que la ralentización del sector inmobiliario sea más severa y si se prolonga la escasez en los mercados de capitales", afirma Cristina Torrella, directora de Fitch Financial Institutions en Barcelona.
"Estas acciones probablemente se ceñirán a aquellas entidades que han mostrado un crecimiento por encima de la media de los préstamos a los promotores inmobiliarios en los últimos años y/o cuentan con elevadas concentraciones de riesgo".
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