ALMERÍA.- Cajamar (fusión de las cajas rurales de Almería y Málaga y de la vallisoletana Caja Rural del Duero, así como de la integración de las cooperativas Campo de Cartagena y Grumeco) es hoy la primera cooperativa de crédito española, con más de 503.000 socios, 1,4 millones de clientes, 916 oficinas y más de 4.000 empleados. Y creciendo de forma sostenida y sólida, según diversas fuentes de análisis de los balances financieros del ejercicio 2007.
Cajamar se extiende ya por 11 autonomías y ha entrado en el mundo de la banca española de forma discreta pero con una fuerte decisión de desplegarse en todo el territorio nacional. La gran operación ahora en marcha es poner, desde la meseta castellana, un pié en la Cornisa Cantábrica que le permita extenderse por un territorio bastante ajeno hasta ahora a esta entidad, y todo bajo la supervisión del Banco de España.
Cuando tantos rumores preocupantes tienen por objeto en la fachada mediterránea a otras cajas cercanas, a tenor de lo dicho y escrito por servicios de estudios de la gran banca extranjera, suiza y norteamericana fundamentalmente, esta singular cooperativa de crédito, asociada al despegue económico de la nueva agricultura almeriense durante los últimos treinta años, parece gozar de excelente salud a tenor del balance de su gestión. Nada parece empañar su trayectoria y estrategia de futuro al no estar, como otras tan entrañables, incursa en una inspección continua de la autoridad monetaria como órgano supervisor.
Con un crecimiento constatable del balance, que se aproxima ya a los 24.000 millones de euros, un volumen de negocio de 45.700 millones y un beneficio de 120 millones, ningún rumor inductor de dudas sobre su verdadera situación de solvencia circula en plena tormenta financiera internacional, lo que parece una cierta garantía externa de que está preparada para afrontar con mucha seguridad lo que aún está por llegar y afectar al sistema bancario español.- (NEM)
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