Así lo pusieron de manifiesto hoy en un encuentro informativo el portavoz económico del PP en el Congreso, Cristóbal Montoro, y el secretario de Economía y Empleo del PP, Álvaro Nadal, que explicaron que el partido ha realizado estos cálculos a partir de la propia previsión de caída de ingresos del Gobierno para este año y de una congelación de los anticipos del Estado a las CC.AA.
En concreto, el PP estima que las CC.AA. tendrán que devolver al Estado un total de 12.313,3 millones de euros sólo en 2008 debido a unos anticipos a cuenta muy superiores a la cifra final recaudada por los impuestos cedidos y el fondo de suficiencia, cantidad que se elevará a 14.774,9 millones en 2009 y que caerá a 9.224,7 millones en 2010 y 3.719,4 millones en 2011, gracias a las aportaciones del nuevo modelo de financiación.
En conjunto, estas cantidades suponen que las CC.AA., según los cálculos del PP, tengan una deuda con el Estado en el año 2011 próxima a los 40.000 millones de euros, lo que supone un "agujero" que no es "sostenible" porque deja a las comunidades con un déficit "muy sustancial" que se irá acumulando en el tiempo.
Por este motivo, Montoro aseguró que los territorios deberán una cantidad mucho mayor a la que recibirán del nuevo modelo de financiación autonómica, un sistema que, a su parecer, no llegará a compensar "ni de lejos" lo que deben las CC.AA. al Estado por culpa de la mala gestión presupuestaria acometida por el Gobierno socialista en los últimos años.
En este sentido, aseveró que un Gobierno "responsable y sensato" no puede presentar este nuevo modelo como una reforma en un momento como el actual, en el que ni siquiera puede garantizar los ingresos de las CC.AA. ni la cobertura de los servicios mínimos a los ciudadanos. De hecho, consideró que lo que tendría que haber hecho el Ejecutivo era un Presupuesto de emergencia y no reinventar el modelo de reparto en estas circunstancias.
"Era el peor momento para vertebrar una nueva Hacienda Pública", añadió.
Por otro lado, Nadal aventuró que el nuevo modelo llevará inevitablemente a una "salvaje y masiva" subida de impuestos que tendrá que afectar a todas las figuras impositivas y a todas las rentas porque el actual sistema "no es sostenible" y porque se necesitarán unos 18.000 millones más al año en impuestos para equilibrar las cuentas de las comunidades.
Todo esto llevará, según los 'populares', a que en los próximos años haya menos recursos que hoy en día para financiar la sanidad, la educación y los servicios sociales, ya que, a su parecer, las comunidades aún no se han visto plenamente afectadas por la caída de la recaudación de las principales figuras impositivas, algo que sí se notará cuando se liquide definitivamente el ejercicio 2008.
Por su parte, la portavoz adjunta del Grupo Popular en el Congreso, Fátima Báñez, también presente en el encuentro informativo, se limitó a criticar el nuevo modelo de financiación autonómica, y recordó que el Partido Popular votará en contra del proyecto a su paso por el Congreso de los Diputados y por el Senado.
Consideró que se trata de un modelo que castiga las bajadas de impuestos, que se desentiende de la dependencia, que utiliza variables de reparto "muy arbitrarias" en ocasiones, que abre la puerta a la desigualdad, que no garantiza la suficiencia dinámica del modelo y que es "poco transparente y muy complejo".
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