La ratio de solvencia del Grupo Cooperativo Cajas Rurales del Mediterráneo (CRM) sería del 13 por ciento, cinco puntos porcentuales por encima de los mínimos requeridos por la regulación, con una TIER 1 del 10,62 por ciento.
Con su constitución se crearía el primer grupo cooperativo de crédito nacional en número de cajas asociadas, con un total de 593 oficinas y cerca de 2.500 empleados.
El proyecto, que nace en la Comunitat Valenciana, pero con aspiraciones de implantación en el ámbito nacional, supondrá la consolidación de las cuentas anuales de las cajas rurales: Ruralcaja, Torrent, Altea, Burriana, Algemesí, Alcora, Callosa d'en Sarriá, Nules, L'Alcudia, Alqueries, Alginet, Villar, Villavieja, Almenara, Xilxes y Vilafamés.
Bajo la denominación de Grupo Cooperativo Cajas CRM, se pretende conseguir economías de escala derivadas de un mayor tamaño para mejorar la organización y, con ella, la eficiencia, produciendo una reducción significativa de los costes operativos.
Las entidades financieras también buscan un rating único, al tiempo que se mantiene la personalidad jurídica independiente de cada una de las cajas rurales, así como una mayor presencia en los mercados, tanto minoristas como mayoristas, que permita al grupo prestar nuevos y mejores servicios a sus clientes, pudiendo participar en grandes proyectos y acceder a nuevos canales de financiación.
Asimismo, el Grupo Cooperativo CRM ofrecerá una garantía de integración en el Sistema Institucional de Protección (SIP) promovido por Ruralcaja, en el que están trabajando las entidades de mayor tamaño de la Asociación Española de Cajas Rurales. Además, permitirá un marco más amplio y ambicioso de desarrollo profesional para todos los empleados de las cajas integrantes, basado en el mérito, la formación integral y continuada y la promoción, lo que ofrecerá nuevas oportunidades.
Desde el grupo explicaron que se trata de un proyecto que se plantea entre iguales y que permite garantizar, a todas las entidades participantes, que podrán afrontar los retos a los que se enfrenta el sector desde su actual independencia.
El grupo respetará no sólo las marcas individuales de todos sus componentes, sino también la esencia local de las cajas integrantes, en términos de equilibrio, integración y unidad de gestión, con pleno respeto a la personalidad jurídica, las peculiaridades, el peso específico y la cultura de cada una de ellas. Los consejos rectores de las entidades mantendrán las competencias que actualmente tienen reservadas en términos legales y estatutarios, siempre dentro del marco de las normas por las que se rija el drupo.
Conforme a lo previsto en la legislación que resulta de aplicación, Ruralcaja será la entidad cabecera del grupo y la responsable de realizar la consolidación de las cuentas de todas las entidades integradas y de relacionarse, en nombre y representación de todas ellas, con las distintas autoridades administrativas competentes en cada materia.
Estos órganos serán la Asamblea General, el Consejo Rector y el Comité de Dirección, cuya composición, funciones y régimen de adopción de acuerdos se determinarán, de forma precisa, en el Reglamento que se desarrollará a partir de la firma del protocolo.
Se prevé que el grupo pueda comenzar a operar, como tal, durante el primer semestre de 2010, y en el protocolo se contempla la posibilidad de que en esta primera fase o en el futuro puedan integrarse otras cajas rurales que compartan los mismos principios y objetivos.
Las cajas firmantes manifiestan, además, su firme voluntad de mantener la orientación de sus actuales políticas de retorno cooperativo y dotaciones al Fondo de Educación y Promoción, a través del que contribuyen a la mejora y desarrollo del cooperativismo, del bienestar local, y a la formación continua de sus profesionales.
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