Martí, quien destacó el "excelente" producto y destino de la Comunitat Valenciana, señaló que aventurar una cifra de ocupación es "complicado", sobre todo porque existe la tendencia los últimos años de reservar "muy a última hora" debido al uso de internet y a la creencia de que si se espera al final "se va a obtener un mejor precio".
También influye la "incertidumbre económica general", indicó Martí, quien comentó al respecto que hay gente que "aún no sabe cuándo va a tener las vacaciones o si tendrá trabajo" después del verano.
No obstante, Martí señaló que si se tiene en cuenta la evolución de la ocupación en los últimos seis meses, con una "bajada de la ocupación importante", este verano habrá una disminución de las reservas respecto al año anterior.
En este sentido, señaló que este descenso no está cifrado, si bien comentó que la bajada de visitantes extranjeros a nuestro país cifrada en torno al 18 por ciento, "va a tener una incidencia directa" en la ocupación.
El representante de los hoteleros indicó que, por razones obvias, el producto de 'sol y playa' "va a sufrir menos" en verano, mientras que el producto urbano "se está resintiendo muchísimo más" y va a tener un "verano duro", y será el más "perjudicado". En cuanto al interior, señaló que dependerá de las zonas.
Martí señaló que a la gente "le cuesta a renunciar a las vacaciones", por lo que reduce el número de días de estancia, la distancia de viaje y el gasto. En este sentido, comentó que a pesar de la crisis, "la gente va a seguir saliendo pero va a mirar mucho más la peseta".
Una consecuencia de la crisis, dijo, es la bajada de precios que ya están realizando los establecimientos hoteleros para intentar captar clientes. Es una forma, señaló, de "combatir la situación económica" y también de "ayudar a que la gente pueda tener vacaciones".
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