La semana pasada www.elplural.com dedicaba uno de sus reportajes
 sobre la corrupción valenciana a poner negro sobre blanco uno de los 
hechos más nauseabundos que se producen, el consumo de prostitución como
 forma de pago alternativa a las mordidas o al expolio de erario. Uno de
 los casos que se mencionó fue el del senador del Partido Popular, Pedro
 Agramunt. Un caso, que oídas sus declaraciones al respecto, merece un 
tema propio.
El caso del senador presuntamente ‘putero’, siempre según lo afirmado por la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE),
 saltaba a la luz cuando el Equipo Independiente de Investigación sobre 
la Corrupción en el seno de la (PACE) emitía una informe en el que 
acusaba al popular, tal y como señalaba Carlos Hidalgo en este periódico,
 como "altamente sospechoso" de haber representado los intereses de las 
dictaduras de Azerbaiyán y de Siria a cambio de dinero, regalos y, según
 algunos testimonios, los servicios de prostitutas mientras ejercía de 
observador electoral.
Contaba Hidalgo que
 Agramunt fue presidente de la  Asamblea Parlamentaria del Consejo de 
Europa, cargo del que se vio obligado a dimitir por las acusaciones de 
corrupción y tras haber perdido la confianza del Partido Popular 
Europeo, que votó una moción en la que se le instaba a dimitir. Todo 
ello se debió a que Agramunt había realizado en aquel momento un viaje a
 Siria, donde se alojó en hoteles de lujo, para mantener un encuentro con Bashar El Assad
 y se ofreció desde allí a pagar viajes similares a otros miembros del 
Consejo de Europa para suavizar sus posiciones sobre las acciones de la 
dictadura siria.
Pero lo lamentable del caso, más allá de lo asqueroso, repugnante y machista
 que es el consumo de prostitutas pagadas como premio por su genuflexión
 ante esta dictadura, son sus frases justificativas una vez saltó el 
escándalo. En un ejercicio de machismo más propio de otros siglos que de
 este en el que vivimos, el senador popular dijo: “Ojalá yo pudiera hacer esas cosas”.
Una frase que resuena como la losa que cae sobre la 
tumba de las cientos de miles de mujeres que son obligadas cada día a 
ofrecer su cuerpo a cambio de dinero; un pedrazo a quienes luchan por 
erradicar de las calles esa prostitución forzada, se calcula que cerca 
del 90 por ciento de la mujeres que la ejercen lo hacen obligadas por 
mafias; un revés en toda regla a la lucha por la igualdad.
Pero lo más lamentable de todo es que sigue como senador.
 Agramunt, el hombre que ha denigrado a todas las mujeres con sus 
asquerosas palabras, no se va ni con agua caliente, un clásico ya entre 
los políticos del partido de la gaviota, que no dejan de cobrar un 
sueldo pagado por todos los españoles así los sepulten en estiércol. 
El senador niega la mayor, de hecho su frase completa
 al ser preguntado por el tema fue: "Eso es falso. Yo tengo una edad, me
 parece a mí que eso es una fantasía. Uno podría decir 'ojalá yo pudiera
 hacer esas cosas, pero uno ya no está para eso', para tener una vida en
 ese sentido. Es una acusación ridícula y sin pruebas". Es decir, de sus
 palabras se desprende que no solo hubiera querido estar con hasta tres 
trabajadoras sexuales a la vez, muy probablemente y como se ha 
mencionado aquí explotadas por mafias, sino que además lo tilda de 
“fantasía”.
Una fantasía sexual para él, pero de dolor, explotación y humillación para las mujeres que se ven obligadas a “aliviarle”.
 Una fantasía que es una película de terror diario para las cientos de 
miles de mujeres que los 365 días del año están obligadas a entregarse a
 hombres que tan solo las ven como objetos, y que tienen que escuchar de
 boca de políticos que deberían abogar por protegerlas, frases tan 
horripilantes como “ojalá yo pudiera hacer esas cosas”.
Ahora, tarde y mal, el Partido Popular ha abierto un 
expediente informativo al senador. Un expediente que tiene muchos visos,
 como siempre, de terminar en agua de borrajas mientras las mujeres de 
las que ha hablado seguirán obligadas, día tras día, a vender su cuerpo a
 babosos insensibles.
(*) Periodista de tribunales
http://amp.elplural.com/opinion/2018/05/05/agramunt-pp-prostitutas

 
 
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