ALICANTE.- La presidenta de la Asociación de Vecinos del Centro Tradicional, Alcázar Moreno, explica que la sentencia de noviembre de 2019 en la que se instaba al equipo de gobierno a declarar la Zona Acústicamente Saturada y a aplicar restricciones, no ha servido para nada en Alicante.
El Ayuntamiento, que recurrió aquel fallo conjuntamente con la asociación de Hostelería, ahora se ha limitado a comunicar, tras la denuncia presentada en Fiscalía por los vecinos y a requerimiento del Juzgado, la elaboración de un censo de actividades y una nueva campaña de mediciones acústicas en el momento en el que la hostelería recuperase su actividad habitual, sin limitaciones horarias, según La Vanguardia.
Eso ya ha sucedido, y los vecinos claman contra la pasividad municipal. "Esta semana hemos recibido un mensaje desgarrador de una madre de dos niños de tres y cinco años que se despiertan a las dos de la mañana llorando, asustados del escándalo que hay en la calle", narra la presidenta de los vecinos del Centro Tradicional.
En su denuncia, la asociación asegura que "de manera inexplicable, durante la pandemia se han incrementado el número de concesiones de licencias de locales de copas y de restauración, aunque en realidad, respecto de estos últimos, la venta de bebidas es su actividad principal".
"Nos parece muy bien que haya restaurantes", matiza Alcázar Moreno, "porque no generan esos problemas y tienen un horario normal, pero cada vez que aquí desaparece un comercio, y cada vez quedan menos, viene otro local de copas".
Los vecinos tampoco entienden que se haya prorrogado, de momento hasta después de Reyes, la concesión a las terrazas que exceden de la fachada de los locales e invaden la calzada, restando aparcamiento en una zona muy necesitada y dificultando el paso a peatones, sillas de ruedas, carros de bebé y vehículos de emergencia.
Protestan porque "la gran concentración de personas que generan todas estas nuevas terrazas, añadidas a las que ya existían, están ocasionando una contaminación acústica insoportable para los vecinos".
La Asociación de Vecinos del Centro Tradicional denuncia además "la gran cantidad de residuos que se genera, que originan olor y atraen animales a las puerta de los vecinos, sin poder olvidar a las personas que no tienen ningún civismo y miccionan en los portales".
Se da la paradoja, que este diario ha podido confirmar, de que muchas de esas terrazas provisionales que surgieron para compensar la imposibilidad de consumir en el interior, permanecen ahora vacías en los horarios diurnos en los que resulta muy difícil hallar plazas libres de aparcamiento, y solo reciben clientes en horarios tardíos, cuando el vecindario reclama paz y silencio.
La
denuncia que los vecinos han presentado en Fiscalía resalta que en que
los hechos que motivan sus protestas "han sido denunciados
reiteradamente al Ayuntamiento de Alicante tanto en la persona de su
alcalde Luis Barcala Sierra, como al concejal de Ocupación de la Vía
Pública, Manolo Jiménez Ortiz, y al concejal de Medio Ambiente, Manuel
Villar Sola, sin que hasta la fecha se haya realizado ni una sola medida
correctora".
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