Los estudios en etapa temprana encontraron que las dos inyecciones experimentales de Merck produjeron respuestas inmunes que eran “inferiores” a las generadas por otras vacunas COVID-19, dijo la compañía.
Las vacunas candidatas también provocaron respuestas inmunitarias más débiles que las que se observan después de que alguien se infecta naturalmente con el virus, aunque las inyecciones fueron “generalmente bien toleradas”, según un comunicado de prensa de Merck.
El precio de las acciones de Merck cayó un 1,2 por ciento en las noticias a 80,00 dólares en las operaciones previas a la comercialización a las 8:02 a. M.
Merck dijo que ahora centrará sus esfuerzos antipandémicos en investigar y producir dos tratamientos de COVID-19 que tiene en proyecto.
El gigante farmacéutico con sede en Nueva Jersey alcanzó un acuerdo de 356 millones de dólares para suministrar al gobierno de EE. UU. Uno de esos medicamentos, conocido como MK-7110, que ha demostrado reducir el riesgo de muerte o insuficiencia respiratoria de los pacientes hospitalizados con coronavirus en más del 50 por ciento.
Merck también está realizando ensayos clínicos para un medicamento antiviral conocido como Molnupiravir, que se está desarrollando en colaboración con Ridgeback Bio. Se espera que esos estudios concluyan en mayo, y los datos sobre la efectividad del medicamento deberían estar disponibles en el primer trimestre de este año. Merck dijo que anunciará esos resultados públicamente si son “clínicamente significativos”.
“Estamos agradecidos con nuestros colaboradores que trabajaron con nosotros en estas vacunas candidatas y con los voluntarios en los ensayos”, dijo el Dr. Dean Y. Li, presidente de Merck Research Laboratories, en un comunicado. “Estamos decididos en nuestro compromiso de contribuir al esfuerzo global para aliviar la carga de esta pandemia en los pacientes, los sistemas de atención médica y las comunidades”.
Merck estaba trabajando en una vacuna contra el coronavirus de dosis única como la desarrollada por Johnson & Johnson, que se espera que solicite a las autoridades federales que aprueben su vacuna para uso de emergencia en las próximas semanas. Las vacunas de dos dosis de Pfizer y Moderna ya han obtenido dichas aprobaciones en los EE. UU.
Una de las vacunas de Merck utilizó el llamado virus de la estomatitis vesicular para administrar la proteína del pico del coronavirus al cuerpo y provocar una respuesta inmune. La compañía utilizó la misma tecnología en su vacuna contra el ébola, que fue la primera de su tipo aprobada para su uso en humanos.
La otra vacuna candidata de Merck utilizó un virus del sarampión como caballo de Troya para desencadenar una respuesta inmune al COVID-19.
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